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Joaquín Rábago

Anna Netrebko, víctima de la rusofobia cultural

La diva rusa Netrebko.

Quienes aprovechan la guerra de Ucrania para denunciar la cultura rusa en general utilizaron la representación, este fin de semana, en la Staatsoper berlinesa, del “Macbeth” de Giuseppe Verdi para protestar ruidosamente contra la soprano Anna Netrebko.

Netrebko es una de las grandes voces femeninas del panorama operístico internacional y seguramente la mejor lady Macbeth del momento, como volvió a demostrar el viernes en la capital alemana en la extraordinaria puesta en escena del alemán Harry Kupfer.

Separados del público asistente a la función por una barrera policial, los manifestantes, en su mayoría ucranianos, portaban, además de banderas de su país, algunas simulando estar manchadas de sangre, carteles en los que llamaban a la Netrebko “puta de Putin” o acusaban a la cultura rusa de “patrocinar la guerra”.

Tanto el alcalde de la capital alemana, Kai Wegner, como el responsable de cultura del Ayuntamiento, Joe Chialo, ambos de la Unión Cristianodemócrata, dijeron apoyar el boicot en la calle a la artista rusa.

Los manifestantes permanecieron frente a la Staatsoper las tres horas que duró la representación para volver a gritar a la salida tanto en ucraniano como en alemán al público asistente, que había ovacionado largamente a la soprano y al resto de los intérpretes en varios momentos estelares del espectáculo.

El embajador de Ucrania en Berlín, Oleksii Makeyev, ha acusado a Netrebko de ser sólo una “propagandista” del Kremlin y “corresponsable” como tal de la guerra de Ucrania. Y criticado al mismo tiempo a la dirección de la Staatsoper, de mirar para otro lado.

Los embajadores ucranianos en Alemania no se andan precisamente con rodeos diplomáticos. El anterior, hoy viceministro de Exteriores, se permitió insultar en su día al canciller federal alemán, Olaf Scholz, por sus titubeos a la hora de satisfacer las continuas peticiones de armamento del Gobierno de Kiev.

Quienes siguen criticando a Netrebko prefieren no tener en cuenta que ya en marzo de 2022 la soprano rusa condenó expresamente la guerra y expresó su solidaridad con todas sus víctimas y sus familias.

Tal vez se esperaba de ella, como de otros famosos artistas rusos, algo más: una condena explícita del presidente Vladimir Putin.

Anna Netrebko no actúa siguiera ya en su país natal y nunca tuvo una relación estrecha con el líder del Kremlin aunque sí le saludó con ocasión de los Juegos Olímpicos o con motivo de alguna ceremonia de entrega de premios.

Netrebko, ciudadana austriaca desde 2006, ha cantado últimamente tanto en la Staatsoper de Viena como en La Scala de Milán.

No así en la Metropolitan Opera neoyorquina, a la que la soprano ha demandado por incumplimiento de contrato.

También la Ópera del Estado de Baviera, en Múnich, optó por volverle la espalda el año pasado con el pretexto de que podrían producirse alborotos callejeros.

La propia Staatsoper berlinesa canceló el año pasado una actuación prevista de la Netrebko, pero esta vez ha decidido revisar su postura después de que la soprano condenase la guerra y declarase buscar con su arte sólo “la paz y la unidad”.

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