Opinión | El mundo por de dentro

Antonio Balibrea

Terrorismo interno y exportación de racismo

El presidente de EEUU, Joe Biden, durante la rueda de prensa que ha ofrecido este martes en la Casa Blanca.

El presidente de EEUU, Joe Biden, durante la rueda de prensa que ha ofrecido este martes en la Casa Blanca.

«Cuando aprobamos la prohibición de armas de asalto, los tiroteos masivos disminuyeron –dijo el presidente estadounidense Joe Biden–. Cuando expiró la ley, los tiroteos masivos se triplicaron». Por tiroteos masivos se entienden aquellos donde cuatro o más personas, sin incluir al agresor, resultan heridas o muertas en un lugar público en un período de veinticuatro horas –excluidos los tiroteos asociados con actividades delictivas–, y han promediado más de uno por día en 2023 según datos del Archivo de Violencia Armada. No ha pasado unas horas una semana sin al menos cuatro tiroteos masivos. Los datos son del 8 de mayo de 2023 publicados por el Washington Post: los tiroteos masivos ascendían ya a 202, habían asesinado a 276 personas, y herido a 792.

El director del FBI, Christopher A. Wray, testificó ante el Congreso de Estados Unidos que un número significativo de nacionalistas blancos participó en el ataque del 6 de enero al Capitolio, destinado a interrumpir la elección de Biden. Wray fue nombrado por Trump. El año pasado la agencia federal advirtió que el peligro del terrorismo en Estados Unidos es interno, la violencia extremista local, particularmente de naturaleza de derecha, antigubernamental o motivada por motivos raciales y étnicos, ha hecho que, en la llamada «guerra contra el terrorismo», los funcionarios estadounidenses se preocupen por los llamados «lobos solitarios», personas no necesariamente vinculadas formalmente a un grupo, personas que se radicalizan, a menudo, a través de Internet, para llevar a cabo ataques. A diferencia de los extremistas extranjeros que pueden encontrar inspiración para la violencia en los sermones o manifestaciones en línea, los correspondientes recientes en Estados Unidos se estimulan mutuamente en intercambio online que son más conversacionales. «Extremistas violentos domésticos» son los que, con base en Estados Unidos, realizan o amenazan con actividades peligrosas para la vida humana. A diferencia de lo que sucedía antes del 11-S –el ataque a las Torres Gemelas– los extremistas estadounidenses no encuentran mucha inspiración en el extranjero. «Estados Unidos es más exportador que importador de ideologías que dan lugar a la violencia», «los supremacistas blancos tienen las conexiones transnacionales más persistentes». El presidente Biden dijo recientemente que «la supremacía blanca es la amenaza terrorista más peligrosa para Estados Unidos». El tema del racismo y la supremacía blanca se puede convertir en uno de los temas centrales en la próxima campaña en 2024, como en su día lo fueron los derechos civiles.

En 1994, el presidente Bill Clinton promulgó una ley –a la que aludía más arriba Biden– que prohibía las armas de asalto y los cargadores de gran capacidad (LCM), aquellos que pueden contener más de diez balas, la ley estuvo vigente durante diez años hasta que el Congreso la dejó caducar. Muchos estudios coinciden con la observación que ha hecho Biden: la prohibición de armas de asalto había evitado entre 300 y 450 tiroteos y el 70% de las muertes masivas durante los años que duró. Hay estudios diversos, y frecuentemente de conclusiones contradictorias, pero en general se coincide que durante la prohibición se redujo significativamente el número de muertes en tiroteos masivos. En los recientes atentados masivos los rifles de asalto semiautomáticos AR-15 han sido los más utilizados con resultados terribles. Los atentados masivos no estarían relacionados con problemas de salud mental, contra algunas impresiones, menos del 5% de los asesinatos sucedidos en la primera década del siglo se deben a personas a los que se le diagnosticó una enfermedad mental; otros factores como el consumo de alcohol y drogas, o historias de abuso infantil se consideran como factores de riesgo predictivo.

Los asesinatos en masa por motivos raciales. Los símbolos que promueven el poder blanco, la idea promovida y repetida por líderes de opinión de que los inmigrantes están reemplazando a los estadounidenses, incluso la prohibición del gobernador de Florida, de Santis, de las discusiones sobre racismo en las escuelas ponen de manifiesto la necesidad de abordar un debate sobre el racismo en Estados Unidos. Violencia que tal y como dijo John T. Godfrey, coordinador interno de lucha contra el terrorismo del Departamento de Estado, en la cámara de Representantes, Estados Unidos está escuchando cada vez más «una mayor preocupación de socios en el extranjero acerca de que la cohorte de extremistas violentos por motivos raciales y étnicos de Estados Unidos es un exportador neto de ideología y pensamiento pernicioso». La influencia es cada vez mayor de los terroristas de identidad blanca norteamericanos hacia el extranjero. No al revés.

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