Opinión

Pedro Alfonso

Una educación más competitiva

Una educación más competitiva

Una educación más competitiva

Existe una relación directa entre la educación y la mejora de opciones laborales, sin embargo entendemos necesaria una mejora en el nivel de cualificación adaptado a las demandas reales del mercado laboral, con el fin de aumentar el peso de la contratación local, independientemente de la emigración creciente de los egresados.

Una sociedad competitiva no puede permitirse el lujo de la obsolescencia de las universidades públicas, que deben seguir esforzándose en actualizar y ponderar las nuevas tecnologías, así como la actualización en materia formativa y prácticas en empresas.

Ahí tenemos la progresión silenciosa que está acometiendo la formación profesional y las universidades privadas, que adaptan su oferta formativa a la posibilidad de contratación en el mercado geográfico cercano en el que se desenvuelven los centros.

Para ello, sin duda, deben mejorar su financiación a la par de su productividad y eficiencia, desarrollando estudios y microtítulos que ayuden, también, a cualificar aquellas personas que no han podido culminar su titulación, adaptada a las necesidades de los puestos de trabajo que desempeñan.

La renovación del tejido empresarial irá incrementando la oferta de puestos diferentes a los que necesita hoy en día, pero es un proceso que también viene limitado por la falta de mano de obra formada para esos nuevos nichos de empleo y paradójicamente tienen que traerse de otras latitudes.

El asalto definitivo a la mejora de la cualificación permanente de la sociedad necesita que los puestos de trabajo sean productivos y no un coste laboral insostenible.

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