Opinión

José María de Loma

Extraterrestres en lo de Évole

Yolanda Díaz y Jordi Évole en 'Lo de Évole'.

Yolanda Díaz y Jordi Évole en 'Lo de Évole'. / ATRESMEDIA TELEVISIÓN

Pablo Iglesias dice estar triste por la entrevista de Évole a Yolanda Díaz. Lo ha revelado en un artículo donde sin embargo nos priva de saber si la tristeza es porque él habría querido ser Évole o Yolanda Díaz.

Iglesias dice que esa entrevista no ayuda a la unidad de la izquierda y afea por tanto la acción a Évole. Ignorando, por mucho periodismo que quiera practicar, que la entrevista sigue una lógica periodística y no política. Puede no ser pertinente para los intereses de un partido o ideología pero sí periodísticamente oportuna. Y tanto que lo era. Yolanda respondió más de lo que suele pero poco para la curiosidad del espectador. Casi lo más interesante fue que llamara machista a Sánchez, lo cual la retrata como un poco menos lista de lo que parecía. Y que confesara que no come carne. Carne de Podemos sí come, abundantes dentelladas metió. Díaz es conciliadora pero radical y de ese cóctel sale un bienquedismo imposible de mantener. Llegados a un punto de la entrevista no se sabía si a Évole se le estaba yendo viva o si es que la entrevistada no daba más de sí. No daba para más. No fue capaz ni de atacar a la monarquía cuando se le puso la cuestión en bandeja. Defrauda a la izquierda sin que eso le vaya a granjear ningún voto más allá del PSOE. Ha cabreado a los socialistas y no ha dejado prietas las filas. O a lo mejor esto último no tenía por qué pasar y era solo cuestión de haber puesto demasiadas expectativas en el programa. La entrevista aviva la división y alza un poco más a Sumar sobre Podemos.

El espacio fue seguido por un 10,2% de share y 1.430.000 televidentes, unos trescientos mil espectadores menos que cuando Olona, que fardó de ello en Twitter animando irónicamente a Yolanda Díaz: enhorabuena por el segundo puesto, lo importante es participar.

El que suscribe desconectó de la cosa a veces y hasta fue a la cocina en dos ocasiones e hizo tres o cuatro incursiones con el mando a ver de qué estaba hablando Iker Jiménez. A ratos, de cosas más reales. Iker haría bien en entrevistar a Yolanda Díaz, no en vano galvanizar a la izquierda puede ser asunto sobrenatural. Y no pocos a ella la consideran una extraterrestre.

Una alienígena llegada en una nave llamada PCE que quiere colonizar el planeta a la izquierda del PSOE. Para hacerlo satélite o para desplazarlo de su órbita. Ésa es la discusión de fondo en realidad entre Iglesias y Díaz. Cada uno en su nave disparando a ciegas.

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