Opinión | En el camino de la Historia

Desde la isla, Canarias nunca será sujeto político

El sujeto político es la herencia más antigua donde su interpretación filosófica-política busca recuperar una actitud de asombro suscitada por prácticas diversas de relación consigo mismo y con el resto. Y se forma por un esfuerzo colectivo de franca resistencia contra la estrechez política imbuida del más recalcitrante aldeanismo.

El sujeto político salta linderos para universalizarse ; no se acantona en lo reducido y poco comprometido y se define cuando una colectividad ubicada en un territorio determina que hacer con él, o al menos proponer desde un único discurso y desde una posición política que no debe ser otra que ejercer como tal su libertad para intentar compartirla con otros territorios semejantes, formados ya por colectividades consolidadas.

En Canarias si nos movemos en el espacio político del nacionalismo nos tropezamos con desbarajustes ideológicos que van en contra de ese nacionalismo que se dice profesar. El nacionalismo no se trocea, no se desmenuza; el nacionalismo tiende a lograr que el territorio, Canarias, en este caso y en todo su ámbito tenga un mismo fin, un único objetivo, que no puede ser otro que su construcción nacional .Pensar en derivar la política de los que se denominan nacionalistas por otro camino o quedarse en la impavidez del roquedal de cada isla simplemente es anacrónico, ininteligible y ni siquiera esperanzador.

La isla en un espacio limitado de terreno rodeado por mar y Canarias es un conjunto de islas donde el mar no tiene para un nacionalista que separar ni tomarlo como lindero, sino todo lo contrario, como camino de encuentro entre una orilla y otra. La isla por si sola será una pieza del eslabón político perdida en el marasmo ideológico de un nacionalismo inconsecuente y negativamente improductivo. Si el mar por algún fenómeno extraño meteorológico se secara seguro que tendríamos otro concepto de isla y de Canarias. (No me imagino al nacionalismo vasco o catalán que se haya iniciado y sustentado por Llodio o por Sabadell).

Cuando otros territorios dentro del Estado tienen perfectamente claro y definidas sus metas considerándose como sujetos políticos en toda su integridad territorial por aquí determinadas organizaciones nacionalistas andan poco más o menos sin objetivos y carentes de una ideología definida; y no solo eso sino con la insistente manía de mirar hacia atrás retranqueándose, ya no en las islas a las que se les podría dar otro tratamiento organizativo sino considerar a estas como islotes. Como parte desgajada de un proyecto común, como reductos plenos de resabios de viejos tiempos, como feudos de no se sabe quien y a cuenta de que.

Las islas tienen, su espacio geográfico y cada una con su peculiaridad la que hay que defender y hasta respetar, por supuesto, sus características culturales y apetencias políticas. Pero el nacionalismo canario debe constituirse en sujeto político como lo es Euskadi y Cataluña por lo que hay que trascender la isla y pensar Canarias desde la unidad como un proyecto común y emular a otros nacionalismos que han dejado de mirarse hacia adentro desechando personalismos atávicos.

De continuar por ese camino pensando en la isla perderían el tiempo, y si bien desde la isla se podría estar encandilado por un rayo de sol que si hoy da calor y cierta luminosidad a la vuelta de la esquina estarían al acecho oscuridades que pudieran repetir el efecto electoral de 2019.De ahí que caminar con inteligencia nacionalista y considerar a Canarias como un Todo, como una isla Única hasta convertirla en sujeto político es una misión de los nacionalistas canarios a la vez que se transita por un nacionalismo consecuente y no por nacionalismo de invernadero.

Si no fuera así los tiempos se escaparían y los entusiasmos y lealtades continuaran a la baja por lo que no hay que depositar en el olvido de los pueblos que el sujeto político es un ente social e histórico que es capaz de trasformar su realidad y con ello producir acontecimientos relevantes lo que seria el comienzo de un nuevo proceso histórico-integrador del nacionalismo canario , pero no desde la isla, por supuesto. Hay que trascenderla en caso contrario lo que primará será un puro insularismo que conducirá a Canarias desde una visión nacionalista light a ninguna parte.

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