Opinión

Rodríguez Zapatero de zascandil por Hispanoamérica

El expresidente del Gobierno de España José Luis Rodríguez Zapatero.

El expresidente del Gobierno de España José Luis Rodríguez Zapatero. / EFE

José Luis Rodríguez Zapatero ha asistido en Buenos Aires a un acto de apoyo a la condenada por corrupción, de gigantesco enriquecimiento en la política argentina, Cristina de Kirchner, cuyo clan familiar logró una envidiable prosperidad económica. Aunque los Kirchner comenzaran ejerciendo la abogacía, no fue esa la profesión con la que amasaron una más que respetable fortuna, sino la política, su vocación de servicio público (reorientada a lo privado). Los orígenes dudosos de su imperio económico eran la nota más característica de ellos, y no ninguna política trascendente que hubieran dejado a la nación o al estilo de la política en Argentina. Lo que era vox populi, los jueces en la más alta instancia lo confirmaron. Zapatero y un personaje siniestro, el prevaricador Baltasar Garzón, estuvieron en el acto. Garzón decidió un buen día ¡qué tío! sacar los papeles de los crímenes de Estado del cajón (caso GAL), de quienes no le habían hecho ministro. Era la réplica. Este personaje prevaricador, por encima de la ley, y alguna jueza argentina, con la detención de Pinochet (no padeció la congelación de las pruebas del GAL), preconizaban la justicia universal. Dos seres iluminados, ilusionados, de providenciales designios para la justicia y ética mundial, por encima de estados, gobiernos y engorrosos procedimientos legislativos y judiciales. Ellos: la justicia universal.

Zapatero frente a sus amigos delincuentes puede exhibir honestidad y flotabilidad. Todavía retenemos las reuniones en Bruselas, en las que aparecía sentado solo, incómodo, aburrido, de más. El caso es que no sabemos de invitaciones o convocatorias que reciba de universidades o tribunas de Europa y Estados Unidos. Donde no tiene competencia alguna es promocionando la Venezuela de Maduro, que siempre presume conocer muy bien, experto de la situación política (siniestra también, dictadura), hooligan del régimen. Como le sobra tiempo y le faltan invitaciones, se ha hecho bróker de los regímenes izquierdistas de la región. Progresa ahora de fijo del Foro de Puebla. Y cuando los podemitas regresaban de aquellos países, con las tareas hechas, donde fueron asesores, estudiaron el cóctel Laclau-Gramsci-Lacan y con ese bagaje tuvieron éxito indudable en España, Zapatero viajaba a aquellas tierras con el único equipaje de su fraseología de lirismo mostrenco y optimismo colegial, sus frases de árbol de navidad fulgurosas y hueras, la lengua sonriente al servicio de la política inane. A tal punto ha llegado el compromiso del estadista Zapatero, que se ha hecho experto y trovador de Borges, con libro y conversatorio (con un compatriota) sobre él, en Casa de América. Por lo que no debemos extrañar de verlo ahora en acto de desagravio de la corrupta saqueadora Cristina, de la familia Kirchner.

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