Opinión

El paria de la familia

El príncipe Harry y Meghan Markle.

El príncipe Harry y Meghan Markle.

He leído la autobiografía del príncipe Harry, En la sombra, porque la ha escrito J. R. Moehringer, un autor estadounidense al que admiró desde que leí las memorias de Agasi escritas por él. Esto de que a uno le escriban la autobiografía puede sonar raro, pero no debería ser así. Si llamamos al fontanero para que nos arregle la cisterna del retrete o al electricista para que nos ponga un enchufe, no nos debería extrañar que recurramos a un escritor para que seleccione con astucia y articule con eficacia narrativa los materiales de nuestra existencia. El príncipe Harry, como la mayoría de la gente, sabe aproximadamente lo que le ha ocurrido, pero no tiene ni idea de cómo contarlo. De modo que ha hecho bien al recurrir a un experto.

El resultado es excelente. Aunque a usted no le importen los problemas ni las alegrías ni las penas de la realeza británica, la peripecia vital de Harry posee la sustancia de los cuentos de la narración oral, donde hay príncipes convertidos en sapos y bellas durmientes y, por supuesto, cenicientas. Se ha dicho en muchas ocasiones que la capacidad de estos relatos para atravesar los siglos sin perder la frescura con la que se contaron por primera vez reside en la naturaleza arquetípica de sus personajes. En otras palabras, hablan de nosotros, dan cuenta de las pulsiones que anidan en el inconsciente colectivo. Las peripecias de un sapo, en otras palabras, nos conciernen como nos conciernen las aventuras de la Cenicienta o de los hermanos Hansel y Gretel.

Harry es un tipo poco complejo que viene al mundo en una familia altamente disfuncional, pero enormemente poderosa y rica. Lo único que, según confesión propia, ha hecho bien en la vida es matar enemigos en Afganistán. Los tiene contados: 25. Pudieron ser más, pero no está seguro. No sabe cómo se abre un libro (no ha leído ninguno), pero es un experto en armas. Cree que el fantasma de su madre muerta (Lady Di) guía sus pasos desde el más allá (desde dónde, si no). Desde su simpleza, que se parece a la del mundo, suelta a veces sin embargo reflexiones de una profundidad insondable. El personaje resulta, en fin, lo suficientemente proteico como para constituir una representación bastante amplia del espectro humano. El libro lleva varias semanas como número 1 en ventas. Quizá no tengamos nada que ver con Harry, pero Harry tiene mucho que ver con nosotros.

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