Opinión | El recorte

Dueños de la manguera

Dueños de la manguera

Dueños de la manguera / Jalal Morchidi

El presidente de Canarias, Angel Víctor Torres, ha dicho que su viaje a Marruecos ha sido posible gracias a que Pedro Sánchez decidió a título personal, sin consultar ni al Congreso, ni a su Gobierno, ni a su propio partido, cambiar la política exterior de España con el tema del Sáhara, acercándose a las posiciones del Gobierno marroquí. No hay como tragar sapos bien gordos para que se abran los brazos del sonriente vecino.

¿Cuál es el motivo del viaje de nuestro presidente? Según han dicho oficialmente es una misión comercial. O sea, para ver de hacer negocios con ese país. Pero hasta el momento el único anuncio que hemos conocido es que Binter va a poner tres nuevos vuelos con otras tantas ciudades marroquíes y que va a haber una nueva línea marítima con Fuerteventura. Para anunciar eso no hacía falta irse tan lejos. Podrían haberlo dicho aquí, en la cafetería de la esquina del Parlamento.

Lo que pasa es que me temo que encontrar una gran noticia comercial con el país vecino va a ser francamente difícil. Entre otras fruslerías porque el volumen de nuestras exportaciones hacia Marruecos debe andar por un importe total equivalente a cinco o seis partidas de mascarillas falsificadas. Por ahí anda.

La entrañable relación de Marruecos con Canarias ha consistido realmente en una pacifica colonización laboral de Fuerteventura y Lanzarote y en mangarnos una gran parte de la producción de tomates. Aunque es verdad que las relaciones comerciales se han ampliado con el envío de una considerable cantidad de ciudadanos empaquetados en pateras.

Que conste que no soy yo el que hace una afirmación tan grave como esta última, sino que me apoyo en dos sólidas y prestigiosas autoridades españolas. La primera, el ministro de Exteriores, Albares, quien dijo que desde que España se tragó el sapo, o sea, cambió de posición con el Sáhara y empezó a llevarse bien con Marruecos, el número de inmigrantes ilegales ha descendido. La segunda autoridad es el propio Torres, que ha dicho allí, en el lugar de autos, lo mismo y casi con las mismas palabras: cuando las relaciones con Marruecos son buenas, la inmigración ilegal desciende. Dicho con otras palabras, que Marruecos es quien maneja a voluntad la manguera de los inmigrantes, abriéndola y cerrándola en función de lo que le salga del batilongo a su majestad Mohamed VI. Piensas en eso y el sapo mueve sus patas en la barriga.

Marruecos puede ser una enorme oportunidad de negocio para Canarias. Pero solo lo será si Madrid y Bruselas quieren. De momento los tratan mejor a ellos que a nosotros. Porque tienen más importancia estratégica. Y porque además manejan muy bien la manguera.

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