Opinión

La inteligencia artificial de los robots

La inteligencia artificial de los robots

La inteligencia artificial de los robots

De la Inteligencia artificial (IA) y sus beneficios se habla mucho desde hace tiempo, siendo la revolución más transcendental de la tecnología desde que se inventó la informática, de tal forma que gracias a ella las máquinas actúan y razonan por su cuenta, lo que, paradójicamente, a su vez, puede suponer un peligro real para la humanidad.

Uno de los padres de la inteligencia artificial, Marvin Lee Minsky, profetizó en 1970 que «cuando los ordenadores tomen el control, quizá ya no lo volvamos a recuperar. Sobreviviremos mientras ellos nos toleren. Si tenemos suerte, quizá decidan tenernos como sus mascotas». No existe una definición aceptada por todos los expertos sobre lo que es la inteligencia artificial, si bien se podría definir como el intento de imitar la inteligencia humana usando un robot o un software.

La inteligencia artificial moderna despega con ChatGPT, lanzada al mercado por OpenAI, un fenómeno digital que permite al usuario dialogar de forma inteligente con su ordenador para resolver una duda, traducir un texto, redactar un cuento, una novela o una poesía, siendo su lenguaje tan natural y con tantos matices que parece que detrás de la máquina hay una persona en lugar de un robot entrenado con miles de conexiones de datos.

El bot, abreviatura de robot, puede realizar tareas con mucha más velocidad y precisión que un usuario humano, siendo muchos los bots que realizan todo tipo de tareas, convirtiéndose en una parte cada vez mayor del tráfico de internet.

El ChatGPT es un sistema de chat con inteligencia artificial capaz de responder a cualquier cosa que le pidamos, o de hacer muchas tareas que le solicitemos, haciéndose tan popular que hay muchos proyectos alternativos basados en una inteligencia artificial entrenada para mantener conversaciones, de manera que al hacerle preguntas de manera convencional las entenderá y nos las responderá.

El ChatGPT tiene actualmente tanto interés mundial que hay momentos en que está bloqueado por la enorme cantidad de peticiones de los usuarios, tanto que a finales de noviembre pasado, durante los cinco primeros días de su lanzamiento, atrajo un millón de visitas, de tal forma que el interés que ha ocasionado en el mercado ha sido tal que Microsoft ha anunciado que está valorando adquirir OpenAI por 10.000 millones de dólares, unos 9.300 millones de euros. OpenAI es una compañía de investigación de inteligencia artificial sin ánimo de lucro, que, según ella misma anuncia, pretende beneficiar a la humanidad en su conjunto, lo cual me creo, aunque también me creo que, de paso, también se beneficia, y mucho.

El impacto de ChatGPT es tan poderoso que ha conseguido acercar la inteligencia artificial al público inexperto, que cada vez valora más su capacidad potencial, tanto que últimamente se insiste en la posibilidad de que ChatGPT y sus análogos puedan sustituir al buscador de Google, lo que no parece posible de momento, pero esta IA es tan potente y capaz de generar respuestas completas e informadas que hay quien apuesta porque podría acabar con Google y buscadores similares.

El ChatGPT está entrenado para mantener conversaciones, si bien tiene otras aplicaciones, y así he probado a hacerle preguntas de manera convencional, como, por ejemplo, que me haga el resumen del libro Saber perder, de David Trueba, que llevaré a un club de lectura, y lo ha hecho. Puedo pedirle la redacción de un artículo de 700 palabras, tamaño aproximado de mis artículos de opinión en EL DÍA, como el de hoy, y me lo puede suministrar, si bien ChatGPT puede cometer errores, por lo que no hay que aceptarlo todo como exacto y revisarlo detenidamente.

Comenzar a conversar con la IA resulta gratuito y no es difícil. Basta con entrar en su web chat.openai.com tras crear una cuenta, y en la barra de abajo escribes la cuestión o petición que te interese en inglés o español, si bien recuerda que todo queda registrado, de ahí su peligro potencial. Suele bloquearse a veces por la enorme demanda, así que, si te sucede, vuelve a intentarlo, ten paciencia, y te deseo suerte.

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