Opinión

Juan Luis Lorenzo Rodríguez

Unidos, somos más fuertes

Construcción de 100 viviendas sociales en La Gallega

Construcción de 100 viviendas sociales en La Gallega / María Pisaca

Puede parecer una frase típica, tan típica como que la unión hace la fuerza, pero a veces es necesario recordar que sólo unidos se consigue crecer, que sólo con el apoyo de todos a todos se levanta un territorio, un sector económico o social, una empresa, una familia. Las aventuras sin apoyo no suelen tener un recorrido muy largo. El individualismo y la soberbia que apareja no suelen dar buenos resultados ni siquiera para aquellos que los impulsan pero mucho menos para el territorio y quienes lo habitan.

De hecho, basta echar una ojeada por encima al PIB nacional para ver cuáles son las comunidades con mayor crecimiento y analizar cuál puede ser la causa de su mayor desarrollo, qué es lo que las diferencia. Veamos: somos una potencia turística de primer nivel internacional y deberíamos ser referencia mundial en energías renovables. Es decir: tenemos un sector que lleva décadas funcionando a velocidad de crucero y otro con un inmenso futuro de posibilidades, un futuro que, por cierto, lleva décadas esperando ser desarrollado como debería y no “a saltitos”.

Entonces ¿por qué estamos en el puesto 18 del PIB per capita de las comunidades autónomas? ¿Por qué los habitantes de Canarias tienen un bajo nivel de vida en comparación con la media del Estado? Los analistas económicos lo explican desde unas tasas de productividad realmente bajas en comparación con otros territorios pero los empresarios canarios, sin dejar de reconocer esa realidad, sabemos que hay otra explicación: necesitamos administraciones públicas realmente eficaces, necesitamos que se unifiquen, supriman y adecúen normas. En suma, necesitamos administraciones ágiles y coordinadas, sin reinos de taifas, que funcionen por procesos, que resuelvan cada expediente en el mínimo tiempo posible y con todas las garantías para las empresas, las administraciones, el territorio y los ciudadanos.

Queremos que las empresas y los ciudadanos sepan qué pueden pedir, que los funcionarios sepan qué tienen que hacer para darlo y que los políticos se dediquen a planificar, a diseñar el futuro inmediato o lejano. Y es importante que todos nos pongamos manos a la obra desde ya. No hay tiempo que perder porque los problemas van a seguir apareciendo siempre. En el último trienio hemos pasado una crisis turística importante, hemos superado la pandemia, estamos atravesando las consecuencias de una erupción volcánica histórica y devastadora, hemos tenido un año marcado por el encarecimiento de las materias primas, la energía, las dificultades en el transporte y lo cierto es que casi todos estos problemas son globales, como global es la situación preocupante del planeta que habitamos y como globales deben ser la soluciones, sí, pero la gestión de las soluciones debe ser local.

Este año que empieza vamos a asistir a la gran fiesta de la democracia: habrá elecciones generales antes de final de año y elecciones locales, insulares y regionales en mayo y tendremos que escuchar a todos porque, como siempre, las elecciones son la fiesta de quienes tenemos la suerte de vivir en democracia pero no pueden convertirse en una verbena. Lo que nos propongan tiene que ser importante, serio, analizado y fruto del diálogo con los representantes de todos los sectores porque son esos representantes sectoriales, entre ellos los empresarios, quienes bregan cada día tirando del carro de la economía y ya no hay tiempo para fuegos artificiales: tenemos que caminar sí o sí.

Desde la CONCAP queremos además incidir en dos aspectos fundamentales: la construcción de obra pública y el desarrollo de los proyectos de energías renovables.

La construcción ha sido y es el gran motor de la economía de este país, como lo es en todos los países desarrollados o en vías de desarrollo. Es de los pocos sectores productivos que siguió trabajando desde el minuto uno del COVID y del buen hacer de las empresas y de los trabajadores habla la escasa incidencia de la enfermedad gracias a las medidas tomadas. No acabaron ahí las dificultades: encarecimiento de las materias primas, problemas de transporte, alza del precio de los combustibles… y administraciones a las que les cuesta ver el retraso proverbial de las infraestructuras que precisa con urgencia Tenerife: no podemos seguir con esas colas en las dos autopistas, no podemos seguir sin suficientes canteras de extracción de áridos.

Y por lo que respecta a las energías renovables: un premio nobel de economía dijo que Canarias era (y es) la Arabia Saudí de este sector… pero sigue sin despegar, sigue habiendo proyectos durmiendo en los cajones de las administraciones, sigue habiendo administraciones incapaces de dar un paso al frente y tirar adelante. Pueden venir todos los Fondos New Generation de la UE que si no somos capaces de gestionarlos, no caminaremos en la dirección correcta.

Por eso es verdad que unidos somos más fuertes pero también es cierto que los empresarios debemos analizar qué administraciones funcionan (porque las hay que funcionan y muy bien), cuáles no van como debieran, analizar por qué y aplicar la solución correspondiente.

Feliz 2023 a todos.

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