Opinión

El sector primario y su problemática en La Laguna

Foro Económico y Social de La Laguna

Foro Económico y Social de La Laguna

En el Foro Económico y Social de La Laguna celebrado recientemente en Tejina tuve la oportunidad de analizar los grandes problemas que adolece en el sector primario en el municipio. A continuación, detallo algunos aspectos que considero relevantes y que deberían hacernos reflexionar.

1.- La problemática del abandono, las tierras balutas y la mundicia que ello conlleva. Esta situación genera un lastre ambiental social y agrario como, por ejemplo, ocurre con la viña, que en gran parte se está sustituyendo por el aguacate. Esto demanda un agua que no tenemos y cuando se produce este abandono no le da alternativa a este cultivo. En el caso de las papas, encontramos un policultivo interesante para la actividad agraria, pero hemos pasado de sembrar 600 hectáreas a menos de 100. Aquí echamos de menos, aunque no sea responsabilidad municipal, la celebración de la Mesa de la Papa en Canarias, dirigidas por productores con control de las importaciones. Además, es necesario pedir responsabilidades privadas a los dueños de los terrenos para que los mismos estén limpios de maleza. Tenemos que incorporar las tierras balutas al cultivo, desterrando la mundicia de los campos abandonados e incorporando el agro y la economía productiva a la actividad agraria y social. Eso permitirá impulsar el empleo juvenil en Canarias y luchar contra la pobreza en un territorio social y ambientalmente más justo.

Una de las medidas posibles es articular bancos de tierras. Para eso se necesita la implicación de las instituciones municipales, insulares y regionales. Por poner un ejemplo de la evolución de la superficie cultivada en La Laguna, en los años 60 del pasado siglo habían más de 4.000 ha cultivadas, que pasaron en la década de los 80 a 2.730 y aunque oficialmente ahora estamos en 1.376, creo que en la actualidad los cultivos están por debajo de las 1.000 ha.

En relación en la incorporación de jóvenes al campo, hemos comprobad que la mayoría de los casos son jóvenes de tradición familiar. La formación reglada no está incorporando jóvenes al sector y a estos problemas tenemos que añadirle una gran dificultad administrativa en los tres ámbitos de la administración. Se exigen demasiados requisitos y no hay facilidades para favorecer la capitalización de los jóvenes que se quieren incorporar al sector primario.

Hay que señalar que La Laguna es el municipio de más suelo agrícola de Canarias y el segundo en explotaciones ganaderas. Hoy esta situación se nos presenta como una oportunidad para desarrollar una economía sostenible, mejorar el paisaje, crear puestos de trabajos y mejorar la dependencia del exterior y el autoabastecimiento.

2.- Otro de los problemas históricos es la comercialización en sus distintas vertientes, el modelo de la agricultura profesional organizado y la venta directa como elemento de rentabilidad del agricultor y del ganadero.

En este apartado hay que complementar la agricultura de exportación de plátanos, papayas y ornamentales con el mercado interior. Hay que reflexionar sobre los distintos modelos que han coexistido en nuestros municipios y se hace necesario analizar los posibles mercados de los agricultores con los puntos de ventas tradicionales, teniendo como objetivos fundamentales aplicar la Ley de la cadena alimentaria para que ningún agricultor y ganadero se le pueda pagar el precio del producto por debajo del coste de producción.

Se hace necesario también reformular el modelo cooperativo con una expectativa empresarial y social, aprendiendo de los errores del pasado para fortalecer esas estructuras y buscando un acercamiento entre consumidor y el productor.

3.- No es entendible que el Gobierno de Canarias no haya establecido unos precios mínimos de coste que nos permita el autoabastecimiento. Hablamos de precios en alimentos básicos como las papas y la leche que le garanticen a los agricultores los costes de producción dado el déficit que tenemos entre la demanda y la producción local. Así, por ejemplo, los más de 60 millones de kg de papas que importamos, generarían más puestos de trabajo y una menor dependencia del exterior. En este plano mencionamos también la cabaña ganadera y el déficit de productos lácteos y cárnicos. En una palabra: hay que realizar una política agroganadera ajustada a los tiempos que nos tocan vivir.

4.- Por último, debemos reflexionar sobre la situación del agua en La Laguna desde la visión de los agricultores y ganaderos. Hablamos de un bien escaso, caro y de mala calidad y en ese punto necesitamos hacer una reflexión de cómo abaratar y mejorar la calidad del agua.

En definitiva, como diría nuestro añorado Pedro Molina, lo único que el ser humano no puede dejar de hacer es dejar de comer. Así pues, animamos a los jóvenes y a los consumidores a reflexionar sobre el papel del sector primario en nuestra vida. Tenemos que crear conciencia de manera transversal desde el sistema educativo hasta nuestra clase política para convertir nuestro campo en una oportunidad. El futuro de nuestro campo está en nuestras manos.

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