eldia.es

eldia.es

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Isidoro Sánchez

Centenario de Jalo

Siguiendo a uno de sus biógrafos, Bernardo Cabo Ramón, el 25 de noviembre de 1922 nació en la zona de Las Cabezas del Puerto de la Cruz, isla de Tenerife, el niño Ángel Acosta Martín, conocido popular y familiarmente como Jalo, fruto del matrimonio de don Francisco Acosta y doña Encarnación Martín. A la familia Acosta se le conocía popularmente como Los Manzanilla. Su infancia y juventud las pasó en Tenerife hasta que a los 21 años se desplazó a Las Palmas de Gran Canaria para incorporarse a la Escuela de Arte Luján Pérez, donde diseñó y plasmó la imagen de Santa Teresa de Jesús, que sería su primer trabajo y la dejó en la isla de Gran Canaria. A los 25 años de edad, en 1947, marchó a Cataluña para estudiar en la Academia de San Jorge, en Barcelona, donde amplió sus conocimientos de imaginería. Dos años más tarde, en 1949, regresó al Puerto de la Cruz y contrajo matrimonio con doña Argelia Padrón, con quien traería al mundo dos hijos: Ángel y Jesús. Regresaron a Cataluña y se alojaron en la ciudad de Tortosa, en el corazón de la provincia de Tarragona, en la desembocadura del río Ebro. En una ciudad muy singular, de unos 210 km2 de superficie y con una población de 34.000 habitantes, bañada por el mar Mediterráneo, donde estableció su taller profesional. De portuense pasó a ser tortosino pero no olvidó a su Puerto de la Cruz. ¡Es que los Manzanilla son muy ranilleros!

Cuando me casé en el Puerto de la Cruz en agosto de 1967 tuve la suerte de irme a vivir a Las Cabezas y curiosamente conocí a Molo, un hermano de Jalo, y también extendí mi amistad con otro pariente de Jalo, su tío Domingo Acosta, y con su familia, especialmente con sus nietos, Victorino y Mara, con los que compartía algunos domingos reuniones gastronómicas en las que pude conocer las aventuras de don Domingo, como el viaje a Cuba en el Valbanera, que se hundió llegando a La Habana, y si no recuerdo mal don Domingo se bajó en Santiago y se salvó de la catástrofe.

La carpintería era la afición profesional de los Acosta y se notaba en las obras de Jalo cuando utilizaba la madera y si no que se lo pregunten a los obispos de Tenerife y de Tortosa, y a los de Cuba y Venezuela, de Argentina y de Brasil. Prueba de ello la tenemos en dos vírgenes esculpidas o talladas por Jalo. Una, la más conocida, la Virgen del Carmen del Puerto de la Cruz, un regalo personal que le hizo a la tierra que le vio nacer, y a los pescadores portuenses particularmente a los de La Ranilla. Jalo falleció el 12 de abril de 2015, día de luto en su Puerto de la Cruz. A Jalo no pude conocerlo personalmente pero sí a su hermano Molo, con el que compartí algunos años en Las Cabezas cuando inicié mi vida portuense. Más tarde conocí a su sobrino Emilio Zamora, gerente del área de Turismo en el ayuntamiento portuense en mi etapa de concejal municipal en 1995 pero no sabía que era pariente suyo hasta que vi la exposición Jalo 100 años, que se organizó en el IEHC las pasadas fiestas de julio. Mi sorpresa fue mayor cuando recibo recientemente una llamada de Santiago Rodríguez, historiador y cofrade mayor de la Virgen del Carmen, y me invita a participar como moderador en el centenario del natalicio de Ángel Acosta. Como bien le comenté a Santiago mis conocimientos eran muy ligeros respectos a Jalo pero cuando me entrevisto con su sobrino Emilio Zamora, el ánimo de participar en el centenario se me elevó, y eso que había sido pregonero de las fiestas de la Virgen del Carmen en julio de 2003 cuando terminé mi etapa de eurodiputado y el concejal Juan Carlos Marrero me invitó a ser mantenedor de unas fiestas tan singulares.

Entonces comencé a revisar datos, libros y artículos encontrándome con paralelismos singulares. Jalo es nombrado Hijo Predilecto del Puerto de la Cruz (2001); es nominado Hijo Adoptivo de Tortosa; se rotula con su nombre una plaza en La Ranilla del Puerto de la Cruz y se coloca un busto suyo sobre roca volcánica en la citada plaza; también en una plaza de Tortosa se coloca un busto similar en 2016. No es fácil encontrar en el mundo municipal tantos reconocimientos y si a ello añadimos que Jalo fue nombrado Hijo Predilecto de su ciudad natal antes que el ilustre ingeniero Agustin de Betancourt, no digamos nada. Curiosamente Jalo nació unos días después que el Premio Nobel de Literatura, el portugués don José Saramago, y unos meses más tarde que cuando irrumpió el CD Tenerife en el mundo del fútbol. De la misma época, 1922, tenemos también un hecho muy curioso y es el descubrimiento de la tumba del rey Tutankamon, el faraón egipcio que murió a los 19 años, y su relación con la poeta cubana Dulce María Loynaz, Hija Adoptiva del Puerto de la Cruz en 1951 y Premio Cervantes en 1992, que le dedicó una carta de amor cuando lo visitó en Luxor (Egipto). Cierro la información acudiendo al escritor uruguayo Eduardo Galeano, que se fue a vivir también a la costa catalana como Jalo y escribió, entre otros libros, Los hijos de los días. Comentó que Jesucristo murió en la Cruz el día 12 de abril del año 33.

Compartir el artículo

stats