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Matías Vallés

Al azar

Matías Vallés

Ucrania derrota a los expertos

Dos bomberos realizan labores de rescate en Ucrania. EP

Ucrania ha derrotado los cálculos de los expertos, se burla de los eruditos. Los errores de los ucraniólogos llegan al extremo de obligar a sospechar que eran epidemiólogos disfrazados. Sus estrepitosos disparates no han acallado sus pretensiones, por lo que urge confrontarlos con la cadena de presagios que nunca se materializaron:

La doctrina oficial del pasado enero decretaba que no habría invasión. Putin se limitaba a flexionar su musculatura, sin ninguna intención de pasar del dicho al hecho. Tras el batacazo predictivo, los historiadores insisten en la lectura obligatoria de los tomos que han dedicado a las tormentosas relaciones entre Rusia y Ucrania, a falta de decidir dónde empieza el sadismo intelectual.

Los agresores rusos tomarán Kiev en tres días. Ayer se cumplió el día 236 de la guerra.

Putin invadirá otros países después de Ucrania. La improvisada leva de reservistas demuestra que Rusia no puede ocupar ni Estonia.

Putin hará estallar el arma nuclear. Debe remitirse a la carpeta de asuntos pendientes pero, cada vez que le invada el pánico, recuerde que la predicción procede de los mismos especialistas que juraron que no habría invasión.

Los ucranianos de Zelenski son seres angélicos, que llevarán a cabo una reconciliación ejemplar. En realidad, abundan las acusaciones de colaboracionismo con los rusos en las zonas liberadas, habrá venganzas por intimidad con el invasor, por no hablar de la reforma de la propiedad de la tierra que sigue a todas las guerras.

Una guerra no deja resquicio para el humor. Lo aseguran los profesionales del victimario, pero repasen el siguiente tuit oficial del Ministerio de Defensa ucraniano: «Durante la semana pasada, el ejército ucraniano ha recibido miles de toneladas de munición como regalo de las Fuerzas Armadas de Rusia. Anoten por favor que no aceptamos regalos de asesinos, torturadores, saqueadores o violadores. Así que durante los próximos días, lo devolveremos todo, hasta el último proyectil».

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