Se ha puesto de moda hablar de salarios o de negociación de convenios, como solución a todos los males de la economía, cuando lo que necesitamos es un pacto por la productividad y competitividad de nuestra economía, ya sea autonómica, nacional o europea.
Dentro de los parámetros que lastran la actividad económica sobresalen la burocracia, la economía sumergida, el excesivo déficit público, la lentitud en la ejecución presupuestaria pública, la inflación o el absentismo laboral.
No se va a solucionar esta crisis, exclusivamente, con más impuestos, más cotizaciones, incrementando los tipos de interés o pidiendo más fondos europeos.
Con un peso de la administración pública del 50% del PIB, lo que toca es fortalecer el sector privado para acometer una justa financiación autonómica y volver a unos parámetros de productividad y competitividad del primer mundo.
Centrados en el absentismo laboral, tenemos que diferenciar, para ser justos, entre el justificado y el injustificado. Si bien ambos pueden mejorarse.
En el caso del justificado, la administración pública, y concretamente los servicios sanitarios, retrasan los plazos de reincorporación al trabajo con las enormes listas de espera para soluciones en que es necesario pasar por quirófano, que simplemente acortándolos podrían recuperarse mayoritariamente los pacientes, reincorporándose en sus puestos de trabajo en un tiempo menor y bajarían los costes laborales y sociales de las empresas y del Estado.
En el caso del absentismo injustificado, se hace necesario incorporar a la gestión a la autoridad laboral, controlando si esas bajas podrían reorientarse o penalizar, en su caso.
Los empresarios creemos que es totalmente necesario acometer una solución en al que se involucren todas las partes: Empresas, trabajadores y administración pública, pues no es de recibo que en Canarias, más de 79.000 trabajadores falten a su puesto de trabajo diariamente.
