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Isidoro Sánchez

El sastre de la reina Isabel II

Canarias es posiblemente la región del planeta que más viajeros recibe, principalmente europeos, como británicos, alemanes, franceses, nórdicos o italianos. Por esa razón fue la cuna del Turismo en el mundo. Ya lo señalan los expertos en la materia, historiadores o periodistas. Es lo que ocurre con Nicolás González Lemus y Manuel Hernández González como historiadores o con Juan Cruz Ruiz y Pedro Trujillo como periodistas. De ellos resalto el libro que escribió Nicolás, titulado Viajeros, por sol, playa y descanso. Se refirió fundamentalmente al viaje que hicieron a Canarias personajes británicos como Agatha Christie en 1927, Winston Churchill en 1959 y Los Beatles en 1962, para alojarse algún tiempo en el Puerto de la Cruz, litoral del valle de La Orotava, al pie del Teide.

La muerte reciente de la reina Isabel II de Inglaterra en Escocia puso en marcha los recuerdos de los 96 años de su vida, de los hitos más importantes de la misma en los que destacan su nacimiento el 26 de abril de 1926, la subida al trono británico de su padre Jorge VI en 1936, su matrimonio el 20 de noviembre de 1947 con Felipe, Duque de Edimburgo, el nacimiento de su hijo primogénito y heredero al trono, Carlos, en 14 de noviembre de 1948; la fecha del 6 de febrero de 1952 cuando fallece su padre y se convierte ella en reina, en la coronación que tiene lugar en la Abadía de Westminter; la fecha del 26 de octubre de 1965 cuando le entrega a The Beatles la Medalla del Imperio Británico, las fechas de los nacimientos de sus hijos y nietos, así como el viaje oficial a España en octubre de 1988, con 62 años de edad. Y así hasta su ausencia el 8 de septiembre de 2022.

La visita oficial de Isabel II a España en 1988 sirvió para que el rey Juan Carlos I se asombrase del traje de la reina de Inglaterra y le comentase: Darling, you look wonderful. Maravilloso era el traje azul que traía Isabel II. Estrenaba entonces nuevo sastre. Se llamaba Karl Ludwig Rehse y era alemán. Todo un personaje del mundo de la moda que curiosamente años más tarde, en las Navidades de 2015 vino al Puerto de la Cruz donde le conoció mi hijo Fran por su amistad con un amigo común, el alemán Arnold Schiller, al que le gustaban los guachinches y los buenos restaurantes del norte de la isla. Obviamente vinieron a parar en las navidades de cada año a mi casa familiar y conocieron además del puchero de casa Pedro el Crusantero, el que cocinaba mi esposa Paca Jordán, ranillera de verdad.

Los pucheros de Chez Paca, como le gustaban llamar los amigos europeos a la casa familiar, era el menú principal para los amigos alemanes, Arnold y Karl, además de la familia y de otros amigos que residían en el valle. A todos nos gustaba rociar los pucheros con vinos locales, unas veces de la Bodega Viñátigo, de La Guancha, en otras ocasiones de la bodega Tajinaste, de La Orotava, y también de la bodega El Sitio, de Tacoronte. Lo cierto fue que el amigo Karl destapó sus secretos profesionales y comenzó a contar sus relaciones con Isabel II de Inglaterra para trabajar como modisto de la reina y le nombraron en 1997 como proveedor de la corte. Aunque era parco en palabras siempre abría la ventana de la información monárquica para contarnos, dentro de un orden, sus trabajos para la reina. Primero lo hizo con otro socio, John Anderson, pero cuando falleció acudió a una costurera española, redujo su negocio y se trasladó a un pequeño estudio en el jardín de su casa junto al río Támesis.

En las navidades de 2016 tuvo que volver antes a Londres porque su cliente único, la reina Isabel II, le pidió que volviese pronto para hacer las pruebas con los encargos reales para las celebraciones de sus 90 años. La reina Isabel no se andaba con chiquitas. Del Puerto de la Cruz a Londres porque había que vestir a Su Majestad. Así fue como comenzó la amistad de Karl con mi hijo Fran y con mi nieto Sergio, quienes junto a Carolina Ascanio, esposa y madre, le visitaron unos años más tarde a su casa londinense antes de su ausencia final cuando se embarcó en un crucero por el Mediterráneo y falleció en Grecia. Les recordó Karl que además del puchero de Paca le había gustado en otra ocasión una comida en la finca familiar de las Dehesas del Puerto de la Cruz donde degustó con otros amigos unas patas de cordero hechas en un horno de leña que le resultaron inolvidables, al igual que la visita a una finca en El Rincón de La Orotava donde comieron a gusto en 2019. La verdad es que Karl, mitad alemán y mitad británico, disfrutaba mucho cuando visitaba el Puerto de la Cruz y Tenerife en general, hasta el punto que entonces hablamos de organizar una exposición de sus trabajos profesionales en el campo de la moda. Los trajes y el sombrero de la reina británica eran un buen referente. Por algo lo nombró miembro de la Orden de la Reina Victoria. No faltaron anécdotas, algunas de las cuales aparecieron en diferentes periódicos, ingleses y españoles. Me refiero a los problemas que le generaron los perros de la reina Isabel II cuando le mordieron en una de sus visitas a Buckinghan Palace. ¡Seguro que el sastre de la reina votó contra el brexit!.

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