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Jorge Bethencourt

EL RECORTE

Jorge Bethencourt

Verano en Babel

La tumba de Karl Marx no está en ninguno de los paraísos comunistas que han sobrevivido malamente a la pobreza sino en el cementerio de Highgate, en el norte de la muy capitalista ciudad de Londres. Y me pregunto si no sería conveniente que Manuel Domínguez, el presidente canario del Partido Popular, se llevara a la mayoría de los altos cargos de su partido en las islas para visitar la tumba del famoso filósofo y llevarle una bufanda del partido con ese gracioso charrán alzando el vuelo. Propongo esto porque seguramente saldrá más barato que visitar la momia de Lenin en su mausoleo en la Plaza Roja de Moscú. Y porque no correrían peligro de ser detenidos al marcharse, cuando los guardias rojos, al ver a Pedro Suárez, crean que se están mangando al fiambre leninista.

También la gente de Coalición Canaria, con Fernando Clavijo a la cabeza, podría organizar una respetuosa visita a la tumba de Isabel I de Castilla y Fernando II de Aragón, los famosos «reyes católicos» que ordenaron la invasión y conquista de Canarias y que yacen enterrados en la Capilla Real de Granada. Así podrían rendir homenaje a los causantes del genocidio del pueblo guanche interpretando ante el sepulcro de los reyes una sentida malagueña cantada sobriamente por José Miguel Barragán.

Si estamos en una comedia de enredo, en donde los partidos de la izquierda laica se postran a los pies de un papa católico y salen en las procesiones como autoridades postergadas tras las imágenes policromadas que representan a las divinidades del Universo Marvel cristiano, habría que llevar todo esto hasta sus ultimas consecuencias surrealistas. Que vaya todo el mundo a visitar a sus demonios. Que se confundan las lenguas y las creencias en este Babel mediático en el que todos los políticos gritan, como Ricardo III, «un voto, mi reino por un voto».

El descanso del verano ha disipado los humos intelectuales y me ha convencido de que hay que tomarse esto como una gigantesca broma, que es lo que es. Una comedia. Una coña marinera. Sigo el deslumbrante ejemplo de nuestro Pedro Sánchez, esa lumbrera, que va y se descojona y dice que la ola de incendios en España –en su mayoría provocados– están relacionados con la «emergencia climática». Ese es el camino. A descojonarse de todo, que para lo que nos queda en el convento…

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