Aproximarnos al relato biográfico de Arístides Galán es conocer a una persona ligada desde hace varias décadas a la música. Son muchos los que recuerdan su voz y puesta en escena en múltiples celebraciones y actos, marcando toda una etapa a la que nos queremos aproximar gracias al testimonio obtenido en varias entrevistas telefónicas.
Nace durante el contexto de la Guerra Civil en San Cristóbal de La Laguna, aunque desde muy pronto se traslada a Los Realejos, donde su padre, José Galán Hernández, desarrollaba su labor como maestro, siendo tristemente el mismo lugar en el que, como bien señala el profesor y cronista Octavio Rodríguez Delgado, en un artículo dedicado a su perfil, «fue detenido el 18 de julio de 1936, al comienzo de la Guerra Civil, por su conocida ideología progresista».
Estudia en el Colegio San Agustín para continuar posteriormente en el Cabrera Pinto. Realiza el curso de acceso para el magisterio y deja la carrera en el segundo año, guardando siempre como anhelo la posibilidad de haber sido maestro.
Arístides participa desde muy joven en el coro de la Parroquia de Santiago Apóstol. También escuchaba al realejero Agustín Bermúdez y, por su mediación, logra entrar en el ámbito de las orquestas, actuando por primera vez junto a él en una verbena en Guía de Isora con la orquesta Casablanca. Tenía ya algo de conocimiento en solfeo. Un solfeo que recuerda por ser hablado en lugar de cantado.
Durante la década de los cincuenta su trayectoria se liga a la mencionada orquesta Casablanca, contando con apenas 17 años, tras la marcha del vocalista Agustín Bermúdez por otros compromisos profesionales. Comparte incontables horas junto a Chicho Morales (trombón), Antonio El Pariente (batería), Ruperto Díaz Hernández y Lorenzo Marrero López (saxofonistas), Urbano (trompeta), Pilar Suárez (pianista), Crosby (contrabajo) y muchos otros compañeros que se fueron sucediendo. Llegan incluso a grabar un disco de vinilo formado por doce temas de Cabrera y Santamaría, Eduardo Bastardi Márquez, Manuel Perdomo Alfonso y José María Tarridas: Tierra canaria, Siete rosas, Alborada guanche, Puerto de La Luz, Hermigua, Mujer canaria, Arroró te canto yo, Soy Tenerife, Linda palmerita, Así es mi Santa Cruz, Canto a mi Santa Cruz y Teide gigante. Tras muchas actuaciones finaliza con tal conjunto tras casi dos décadas de vinculación.
Tras ello inicia una etapa en Los Capri. Una orquesta que actuaba en la sala de fiesta Tropicana, formada tras ser demolido el Parque Recreativo de la capital tinerfeña. Estaba compuesto por 6 músicos (2 saxofones, 1 pianista, 1 contrabajo, 1 trompeta y 1 batería) así como 1 vocalista. Compartían escenario con Los Aguacates (con la célebre cantante Marisol Cruz), adquiriendo cada vez mayor importancia y repercusión allí donde se desplazaban.
Diversas circunstancias van marcando su vida y es por ello por lo que marcha a Venezuela, donde estaban tres grandes amigos. Dos eran médicos. Uno natural de Arafo y, el otro, de Güímar. A ello se le unía un abogado, de origen realejero, Vicente González González. En Barquisimeto escucha a la Billo’s Caracas Boys. Nos transmite que, estando ante su presencia, se emite por megafonía su nombre, actuando junto a ellos con dos temas melódicos: Somos y Perfidia. Ello causa mucho éxito, siendo incluso invitado a permanecer con la orquesta. Sin embargo, padecía una serie de problemas relacionados con la alergia por el que los médicos le recomiendan como mejor solución regresar a su tierra natal. En Venezuela había permanecido casi dos años.
Con el recordado doctor villero Pedro Eustaquio Pérez García, Chicho, y otros amigos, participa en diversos conciertos por múltiples rincones de la geografía.
Entre sus reconocimientos atesora ser socio predilecto del Orfeón La Paz, número 1594, con más de seis décadas de vinculación a tal agrupación.
Síntesis de una vida donde Arístides Galán nos traslada ante los recuerdos, y la voz, de toda una época.
