eldia.es

eldia.es

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Alfonso González Jerez

RETIRO LO ESCRITO

Alfonso González Jerez

Una crisis enmascarada

Noemí Santana, consejera de Derechos Sociales y excoordinadora general de Podemos Canarias, ha publicado un artículo muy valiente donde solicita la implantación de una ecotasa en la actividad turística de las islas. Ya aburre mucho, pero no veo otro remedio que insistir. Si Santana y sus compañeros creen que la ecotasa por las pernoctaciones turísticas es una prioridad en Canarias, la vía para conseguir tal objetivo no pasa por escribir artículos de opinión en los periódicos. De nuevo: Podemos forma parte del Gobierno autonómico y lo sostiene parlamentariamente. El procedimiento es muy sencillo. Santana debería llevar al consejo de gobierno una propuesta concreta con un soporte normativo y una previsión de gastos e ingresos. O si lo prefiere el grupo parlamentario Sí Podemos Canarias puede presentar una proposición de ley para ser debatida en pleno –siempre que sus compañeros en el Ejecutivo lo permiten, por supuesto– y votada por diputadas y diputados. Es simplemente una cuestión de coherencia, rigor y valor político. La señora Santana, una política inteligente, practica la hipocresía con desparpajo y sabe perfectamente que su artículo de prensa es una pose gárrula y prácticamente insignificante. Es algo parecido a la patética imagen de Carmelo Ramírez el pasado sábado en El Confital, al frente de una manifestación a favor del pueblo saharaui. Su partido –que legalmente ya no existe sin que al parecer ninguno de sus dirigentes, ni el propio Ramírez, asuma ninguna responsabilidad– ha apoyado en Madrid y en Canarias al PSOE. Y lo sigue haciendo. Ni en más modesto gesto de autonomía política. Absolutamente nada. Toda organización política, si tiene éxito, debe pactar con sus propias contradicciones, pero entre las izquierdas se suele preferir cualquier forma de malabarismo fullero, cualquier fingimiento por estúpido y menesteroso que sea, con tal de seguir luciendo el palmito ideológico. Hay que fingir que se está con los saharauis mientras se respalda a un Gobierno cuyo presidente, el señor Torres, insiste en que el giro de Pedro Sánchez en las relaciones con Marruecos y la marroquinización del Sáhara resultan noticias magníficas que a todos nos deben procurar satisfacción y seguridad.

El artículo de Noemí Santana, y algunas declaraciones últimas de dirigentes de Podemos, tienen también otro propósito: desviar la atención sobre la aguda crisis de su partido en Lanzarote y Las Palmas de Gran Canaria. Sobre esta situación ni Santana ni su sucesora frente a Podemos Canarias, Laura Fuentes, parecen demasiado proclives a pronunciarse, y eso que en este caso no podrían en riesgo sus cariñosas relaciones con el PSOE o No Caigo (antigua Nueva Canarias). En realidad ni Santana ni nadie explicó en vísperas de las elecciones autonómicas de 2015 las deserciones en las listas electorales que estuvieron a punto de impedir que Podemos pudiera presentarse a los comicios. Ni las dimisiones que se sucedieron en los años siguientes en los órganos de dirección del partido. Ni la momificación de la inmensa mayoría de los círculos ni el enclaustramiento de los dirigentes en sus despachos ni que el empoderamiento de los afiliados haya desaparecido hasta como canción de cuna del supuesto proyecto de reforma radical de la sociedad española y canaria. El pecado de Javier Doreste y de Mercedes Sanz es precisamente es su comprensión y apoyo a Mery Pita –la que intentó boicotear las candidaturas de 2015 precisamente– por su decisión de abandonar Podemos. Fueron expedientados junto a otra media docena de cargos públicos, pero Doreste ya había decidido darse de baja en junio. Podemos Canarias está inmerso en una crisis evidente en vísperas de reanudar alianzas –como con Sí se Puede– y enfrentarse a las elecciones. Fuentes y Santana podrían hablar algo menos de la ecotasa y algo más de lo que le ocurre a su empequeñecido y demediado partido.

Compartir el artículo

stats