eldia.es

eldia.es

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

en el camino de la historia

Patxi López reprende a Pedro Sánchez

La historia de la política y de los políticos tiene páginas curiosas cargadas de reprimendas, de venganzas y hasta de grandes olvidos personales que se tachan, eliminándolos de la noche a la mañana y que más tarde cobran vigencia y trascendencia de manera inesperada.

Se trata de las primarias del PSOE en la primavera de 2017, en el que se disputaban la Secretaría General del Partido tres cualificados líderes, Pedro Sánchez, Patxi López y Susana Díaz. Cada cual esgrimía sus propuestas para convencer a los militantes en busca del voto, cuando en el calor del debate y con la finalidad de hacerle carantoñas a Podemos, vascos y catalanes, Pedro Sánchez manifiesta enfáticamente que España es una nación de naciones en un viraje, al menos mental, de la actual Constitución española que desde su Titulo Preliminar y concretamente en el artículo 2 se fundamenta en la indisoluble unidad de la Nación española, patria común e indivisible de todos los españoles. Este pronunciamiento hizo que López le increpara, reprendiéndolo al decirle, en el afán de acorralarle, si sabía lo que significaba el concepto de nación, el cual era moderno y que solo tenia poco más o menos que 200 años, a lo que Sánchez respondió que por supuesto. Pero López volvió a la carga e insistió «¿Sí? ¿Qué es?...». Pues un sentimiento que tiene mucha ciudadanía, por ejemplo en Cataluña o en el País Vasco, por razones culturales, históricas o lingüísticas. López insiste en la reprimenda diciéndole que el debate no tenía que ser el que se estaba manteniendo y que, además, lo que había dicho hacía referencia a la nación cultural, pero que la nación desde su dimensión política, que es la que proponen los nacionalistas consecuentes para su territorio, es que este logre la independencia; así que dejémonos de boberías y centrémonos en el debate que interesa al Partido.

De aquellas primarias cuyo ganador fue Pedro Sánchez y el posterior Comité Federal, este no designó para los diferentes cargos orgánicos a nadie de la vieja escuela y sí, aunque a regañadientes, a López por haber participado en el proceso electoral, al que nombró secretario de Memoria Democrática, cargo que ostentaba hasta su nuevo nombramiento como portavoz del PSOE en el Congreso ratificado en el Comité Federal del pasado sábado, día 23.

En realidad, Pedro Sánchez, a muchos que no optaban por él, los destinó al ostracismo, pero las actuales circunstancias políticas hacen que de aquellos ostracismos, donde estaba López, se le aúpe y se le tenga como una persona del núcleo duro del Partido, al que fue lehendakari desde 2009 hasta 2012 con el apoyo del PP hasta llegar a ser también presidente del Parlamento español en la XI Legislatura desde el 13 de enero al 18 de julio de 2016, con lo cual no ha dejado de bajarse de las poltronas del poder desde que fuera nombrado secretario general de PSOE de Euskadi en 1985.

Pues estas son la cosas de la política, donde quizá lo que defina esta nueva situación, tanto de Sánchez como de López, sea que poca o ninguna confianza pueda tenerse a aquellos con menos historia y más veteranía, ya que el que manda en un partido tiene plenos poderes para hacer lo que le venga en gana, aunque se confunda no una sola vez sino muchas más. Así es la lógica en manos de aquellos que puede ver frustrada su condición de poderosos y se agarran aunque sea a un clavo ardiendo ya corroído y gastado que apenas sirve para sujetar cosa alguna.

Compartir el artículo

stats