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Jorge Bethencourt

Manual de objeciones

Jorge Bethencourt

Muerte súbita

Suenan tristes los bucios en las montañas. Los cabreros, en silencio, lloran. Y alguien ha puesto en la televisión –canaria, claro– un vídeo donde Jorge Cafrune y Marito cantan esa fúnebre canción… «era el canario un primor…». Hasta los audímetros trucados se disparan en el estío de nuestro descontento.

No era una serpiente de verano. No era una cianobacteria despistada que acabó en las playas de las islas. Lo que parecía una coña marinera se ha convertido en un petardazo político de consecuencias imprevisibles. De todos los fallecimientos de partidos políticos que hemos visto en nuestra democracia, que han sido muchos, algunos han sido de muerte natural y otros traumáticos. Pero con lo de Nueva Canarias es la primera vez que asistimos a una muerte súbita en un paciente sano.

Las consecuencias de haber sido dados de baja del registro de partidos políticos, por sentencia firme, son, por lo que se sabe, irreversibles. Esto no va de pagar una multa y presentar las cuentas de los últimos cuatro años: Nueva Canarias —salvo recurso milagroso— ha dejado de existir legalmente como partido. ¿Pero qué clase de toletes están en la dirigencia de una organización a la que dejan morir por no presentar las cuentas en tiempo y forma? O es pura indolencia o existen otros problemas contables más graves, que se me escapan.

Pero las desgracias nunca vienen solas. Los cargos electos de Nueva Canarias, en los ayuntamientos, Cabildo y Parlamento, no tienen ningún problema. Han sido elegidos por la ciudadanía y santas pascuas. Pero allí donde han existido grupos, éstos han estado ingresando dinero de las instituciones para financiar un partido que realmente no existía desde el año 2021. O sea, que si éramos pocos parió la abuela. Es muy posible que ese dinero tenga que ser reingresado en las instituciones de las que salió, en el supuesto caso que el partido que no existe tenga fondos en cuentas bancarias, que supuestamente no podrá manejar al haber dejado de existir.

Y para terminar de liarla, el Parlamento de Canarias tendrá que pedir un informe a los servicios jurídicos para saber si los parlamentarios de Nueva Canarias, al no existir legalmente el partido político por el que se presentaron a las elecciones, tendrían que pasarse al Grupo Mixto, que podría convertirse en una alegre parranda sabandeña. Menos mal que Román Rodríguez está en el banco azul, sentado con el Gobierno. Porque si le toca ponerse al lado de Vidina Espino además de comprar nuevos sillones el Parlamento tendría que colocar mamparas blindadas.

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