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Jorge Bethencourt

Manual de objeciones

Jorge Bethencourt

Los palos del sombrajo

Si una comunidad autónoma tiene un pobre y en un año pasa a tener dos pobres, se puede decir, estadísticamente hablando, que la pobreza ha crecido un cien por ciento. Si otra comunidad tiene trescientos mil pobres y en un año doce mil personas más caen en el pozo de la miseria se puede decir que la pobreza solo ha crecido un 4% . Si te quieres consolar con los porcentajes allá tú.

Todos los gobiernos que en el mundo han sido sufren la tentación de maquillar la realidad a la medida de sus conveniencias. Pero no es más triste la verdad, lo que no tiene es remedio. Canarias es un territorio con demasiada pobreza. Es así desde hace décadas, cuando lo denunciaba la izquierda. Y lo es ahora, cuando lo minimiza.

El progreso no depende de los gobiernos. Se basa en los sectores productivos de un país, en la educación, la formación y el talento de la sociedad. Y en su modelo económico. Los gobiernos ayudan si gestionan bien una administración, si favorecen el crecimiento y si hacen leyes que promueven la prosperidad (ñoss, parece un discurso). Pero también pueden ser una piedra en la mochila si la administración es un lastre. El peso del sector público en Canarias –que constituye más de la mitad de la economía– lo convierte en un actor de enorme trascendencia. Y lo mal que funciona lo transforma en un palo en las ruedas. El sector publico nos cuesta la clara de uno y la yema del otro. Más de 75 mil personas trabajan hoy en un sistema petado donde siguen existiendo listas de espera, donde nadie descuelga un teléfono y donde cualquier gestión se vuelve eterna.

Pero en nuestra tierra no solo funciona mal la administración. También el reparto de la riqueza predistributiva, con empleo poco cualificado y –por tanto– salarios bajos. El turismo nos deja –nos dejaba– quince mil millones de euros. Pero nos los pulimos importando bienes y servicios. Y pese a todos los discursos y la abundante literatura al respecto, nadie sabe de qué otra cosa podemos vivir que no sea llenando los hoteles que los mallorquines tienen en estas islas.

Quienes creían que este desastre se podía arreglar a través de ayudas y subsidios, creando una sociedad desincentivada para el esfuerzo y seducida por una cultura que no premia ni el mérito, ni el trabajo, ni el talento, van a desembarcar, dentro de muy poco, en un desastre colosal. Viene un tiempo de recortes extremos y sacrificios. Se acabaron las paguitas. Tras la lluvia de dinero vendrá una sequía. El teatrillo de la abundancia se irá igual que vino. Y entonces se nos van a caer los palos del sombrajo.

El recorte

A saco

El año en el que más pobreza se padece en las islas –el riesgo afecta ya a cuatro de cada diez canarios– y en el que la devaluación de los salarios supera ya el 10% con una inflación galopante que se come ahorros y sueldos, el Gobierno de Canarias ha recaudado en tributos 344 millones más que el año pasado. En el más injusto de los impuestos, el IGIC, que grava por igual a todos los ciudadanos sin distinción de rentas, se ha incrementado la recaudación en más de ciento diez millones de euros, por encima del año 2019, el último antes de la crisis provocada por la pandemia. Aunque la vaca está en los huesos la siguen ordeñando para que dé más leche que nunca. Los que gobiernan en Canarias dicen que bajar los impuestos no es de izquierdas. Pero cómo estará la cosa que los que Gobiernan España, que también forman un pacto de la izquierda, decidieron bajar 20 céntimos el precio de los combustibles y hasta han bajado el IVA de la luz. Debe ser que la izquierda continental es más sensata que la caribeña. Eso sí, tampoco ellos han retocado el incremento del IBI (por el catastrazo) o han deflactado el efecto de la inflación en la declaración de la renta que algunos expertos cifran en 8.000 millones de euros (no aumentar, como se debería, en 400 euros el mínimo exento de tributación). A perro flaco todos son pulgas. Nos asfixian a impuestos, nos suben los hipotecas y hemos perdido una décima parte de nuestros salarios y ahorros. Disfruten del verano porque viene un otoño muy frío.ectores de la derecha han saludadas.

| J.B.

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