eldia.es

eldia.es

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Alejandro de Bernardo

Curva a la izquierda

Alejandro de Bernardo

El listo

Puede que hasta tenga razón. Seguro que es cierto lo que dice. Es gracioso el tío, de verdad. Tú lo estás viendo con qué alegría abre y cierra paréntesis y te dices: Coño que tipo más cachondo. Qué afable y dicharachero el cabrito –y no sé por qué le quito años-. Y gesticula con esa alegría de quien se siente un elegido de la vida que hasta te tienta aplaudirle. Es un máquina este hombre. Joer, si no fuera por lo que ha dicho, sino fuera por lo que hace, si no fuera por lo que nos han y siguen jodiendo –con perdón- ya estaría yo recogiendo firmas para poner su nombre a una plaza. Aunque sea de toros. O de vacas. Pero una plaza redonda pa que nadie se quede en los rincones. Olé, señor de mi alma, qué gracejo natural le ha dado el destino a algunos. Viva su santa madre que supo darle un futuro tan esplendoroso y esa boquita de piñón con tanto desparpajo que hasta los candiles –aunque se están quemando- le aplauden.

Y va y dice uno a otro: Oye, ¿a que no sabías que me metieron en la cárcel por cambiar una letra? – No fastidies hombre, no será por eso. – Sííí, me encargaron hacer una estufa y les apañé una estafa. - Dios, qué salao saliste chaval. Si no hubiera sido verdad, claro. Pues eso que más o menos así ocurrió. Entre risas, risotadas y gran riqueza gestual, el presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán le cuenta al periodista y a los presentes: «Anuncio publicitario, el 80% de los españoles está pagando menos precio que el año 2018. Solamente los tontos que siguen con la tarifa regulada marcada por el Gobierno pagan ese precio. Cierro el paréntesis».

El señor Galán, solo gana un poco más de 35.000 mil euros al día. Solo, aclaro, es ironía. Pues no me da ni envidia. Me pongo a pensar que si se los pagaran en metálico, moneda a moneda… si se los dieran así cada día, uno a uno, sería una tortura. Una condena. Pero hasta para eso tiene suerte: se los dan con la ingravidez de lo inmaterial, de lo etéreo… y se los contabilizan desde los automatismos exentos de trabajo manual. No hay aportación humana supongo. Debe ser algo así como cuando piensa uno en el infinito (viaje de ida) o en la eternidad… siempre hay más. Por eso estas cosas cuesta entenderlas.

Resulta cuando menos chocante que un alto ejecutivo, curtido en mil batallas, con experiencia sobrada y harto que debe estar de estudiar estrategias de marketing y mercado se “arriesgue” a soltar una boutade que él sabía perfectamente la repercusión mediática que iba a tener. Así que no me lo creo. No se le escapó. No fue un desliz. No hubo ni una sola sílaba que saliera de su boca y que no tuviera pensado soltar. No señores, no. A estos niveles se escapan pocas cosas. Todo medido, calculado, milimetrado.

Si usted tiene contratada la tarifa regulada de Iberdrola o de cualquier compañía y no se para a estudiar, a informarse un poco, o se ayuda mínimamente de algún experto… ¿qué haría? ¡Hoy mismo contrata la tarifa libre! Esta sería la reacción de muchos. La mayoría. Y eso es, lo que pretende el listo del señor presidente de Iberdrola. Porque ha mentido.

Ibedrola oferta hoy que escribo a 30 céntimos el kwh durante las 24 horas del día durante un año, si contratas ahora esa oferta, es posible que termines pagando el doble del mercado regulado. ¿Ven que no da puntada sin hilo?

La tarifa regulada, salvo casos excepcionales, siempre ha sido más barata que la tarifa libre que, ahora que se están renovando, con casi total seguridad van a pagar lo del año pasado y este juntos. Tampoco dice el listo que la tarifa regulada es la única que permite solicitar el bono social, es decir, la tarifa a la que están obligados a contratar los más necesitados, los más vulnerables. No son tontos. Solo pobres.

Y mire, rectifico: tontos somos un rato. Por consentir que empresas como la suya en situaciones de extrema necesidad sigan con una insaciable voracidad a pesar de los beneficios desorbitados y se lo consintamos. Y que usted, que ganó el año pasado más de 13 millones de euros, en plena crisis, se atreva a decir lo que dijo descojonándose…

Sabemos que no patinó, que lo que quiere es que la gente se pase al fijo para seguir ganando cantidades obscenas de dinero. El «yo no soy tonto». ¡Qué poca vergüenza!

Feliz domingo.

Compartir el artículo

stats