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Un poco de diabetes y casta

Cada día aparecen datos relacionados con la pandemia de la diabetes. Uno de ellos, aunque no es nuevo, es la asociación del colesterol a la enfermedad, pues según los expertos ambas son causa de mortandad. Sabemos que el colesterol alto es peligroso y que produce problemas cardiovasculares, por ello los médicos de cabecera insisten constantemente en su control, pues puede aparecer por muchas causas, la mayoría de las veces por mala alimentación y consumo excesivo de grasas saturadas, bollería, alcohol… o el sedentarismo y falta de ejercicio. En este aspecto personalmente procuro eliminar todo aquello que me perjudique, pero de vez en cuando se pone uno mismo un cuernito que de inmediato sale en un control rutinario.

El apoyo de remedios naturales al control de la glucemia y la dieta está cada vez más extendido, bien como condimento en las comidas o mediante infusiones. Desde hace bastante tiempo tomo todas las noches un agüilla de limón y jengibre con un trocito de canela en rama y créanme que ayuda mucho al tracto urinario y controla el nivel de glucosa. Por eso insisto tanto en que los investigadores trabajen más con la finalidad de erradicar la diabetes y menos en que siga siendo una enfermedad crónica. Parece que no existe el menor interés económico en lograrlo, todo lo contrario, cada día aparecen nuevos medicamentos que ayudan a contralar la glucosa pero no en eliminarla. Esos medicamentos alargan la vida de los pacientes mayores, pero la calidad de vida es cuestionable, sobre todo con dietas más propias de rumiantes que de personas.

Un buen amigo venezolano casado con una colombiana me cuenta que en Colombia la diabetes es variable y hay estudios que analizan los valores dependiendo del rango poblacional o del diagnóstico, pues es probable que en esos datos influyan factores medioambientales o socioeconómicos. Pronto lo visitaré y me ha prometido traer algunas publicaciones de doctores que están aplicando métodos sencillos, similares a los que se aplican en España pero con diferencias en la forma y cantidad de la toma de medicamentos.

Cambiando de tercio. Anda revuelto el panorama entre los partidos políticos, que se acusan mutuamente de la desvergüenza de robarnos y hacernos más pobres. De todo existe en botica y la verdad es que nadie destaca por su moralidad, es deplorable acusarse mutuamente cuando todos tienen las manos ennegrecidas de contar billetes. En otros tiempos se decía que los niños traían el pan debajo del brazo, pero ahora un recién nacido en España viene con una carga económica que ha de sobrellevar toda la vida. Esto viene a colación por informaciones que me llegan, de las que omito señalar la fuente, que francamente me dan asco. La lista es tan larga que me harían falta varios folios, así que solo señalaré unas pocas.

Como católico aprendí de chiquito que la caridad empieza por uno mismo. El partido en el poder siempre habla de progresismo y solidaridad, pero sus mandatarios dilapidan a mansalva nuestro dinero. Ya lo decía Zapatero, la tierra y el dinero no es de nadie, es del viento, por eso le sueltan treinta millones de euros al enemigo número uno de Canarias, al Rey de Marruecos, para comprarse una casita en Francia, dicen. A una compañía aérea en quiebra le regalan cincuenta millones, el marido del Ministro del Interior recibe seiscientos mil euros sin razón alguna, pero nada menos que 40 veces, a una ONG de una amiga de la Ministra de Igualdad le sueltan otros cincuenta, y así reparten el dinero público. Espero que la Audiencia Nacional esté investigando todo, porque a mí solo me dan ganas de vomitar. ¿Recuerdan el grupo de jóvenes ilusionados reunidos en la Puerta del Sol en Madrid, que llamaban casta a los políticos? Son los que se convirtieron en Podemos y pudieron, pues ahora la casta son ellos.

España necesita un revulsivo ya, cambio de régimen o de políticos, los actuales solo comen marisco mientras el español medio, pensionista, mayor o parado poco puede hacer. Se han perdido los valores éticos y morales y viven de espaldas a la realidad. Europa ha perdido la Fe y somos todos un poco culpables. Cada vez será más complicado y dificultoso resolver este embolado. Que el Señor nos coja confesados, pidámosle perdón. Con Dios.

aguayotenerife@gmail.com

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