eldia.es

eldia.es

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

CARTAS AL DIRECTOR

El comercio y la obsolescencia de las leyes

Se cuenta, como leyenda urbana, que al incorporarse un coronel a la jefatura de un cuartel, encontró a un soldado haciendo guardia al lado de un banco de madera. Preguntando por el sentido de la custodia, le respondieron con la manida frase de porque siempre ha sido así. No conforme con la respuesta fue hablando con sus predecesores en el cargo hasta que dio con el responsable del mandato. El motivo no era otro que el banco acababa de ser pintado y requería de vigilancia para evitar su reparación y las consiguientes manchas en la ropa. Nadie se había ocupado de derogar esa orden. Los que hemos hecho la mili, o trabajado en corporaciones de estructuras organizativas rígidas no creemos que se trate de una leyenda. Algo similar ocurre con la regulación sectorial mediante normas jurídicas. Las leyes de regulación sectorial se mantienen en el tiempo, a pesar de no responder a una necesidad real y es preciso que alguien promueva su derogación.

Identificamos tres factores de obsolescencia de la regulación sectorial.

El primero consiste en que la pintura con el paso del tiempo se seca, del mismo modo que el sector progresa y cambia (a la vez que la norma permanece impasible). La realidad de la agricultura, la industria, el comercio o los servicios evoluciona con la incorporación de nuevas tecnologías, como el comercio electrónico, medios de pago, etc. e incluso con las modas y cambios sociales.

El segundo se corresponde con nuestro carácter gregario y muy poco reivindicativo. Este carácter tiene ventajas como la alta tasa de vacunación en la pandemia que sufrimos, pero desventajas como la acomodación a situaciones carentes de justificación y evitables, que se perpetúan porque siempre ha sido así.

Y el tercero se debe a las modificaciones del propio marco jurídico en el que se encuadran los sistemas de intervención administrativa en la economía: leyes como la Directiva de Servicios o la aprobación posterior de la Ley del Suelo que afectan a la regulación de todos los sectores. En aquel mismo cuartel, posteriormente, cuando se pintaron otros bancos se pusieron carteles de «recién pintado», ¡y no soldados haciendo guardia! ¡A la vez que se mantenía la guardia en el viejo banco!

La actual Ley de Comercio Minorista de Canarias, después de más de doce años desde su aprobación, no se corresponde con la realidad del sector, afectado por dos crisis y por el comercio electrónico. Aunque se han hecho esfuerzos por la Dirección General de Comercio para su modificación, la propia dinámica dilatoria del procedimiento legislativo ha impedido su adaptación. Y por último, la aprobación de la Ley del suelo de 2017, y la progresiva adopción de los instrumentos de comunicación previa y declaración responsable han acrecentado la desproporción de las medidas contenidas en la Ley de Comercio con los fines perseguidos.

Una acertada prospectiva en el análisis del sector es fundamental para promover nuevos sistemas de regulación porque las leyes permanecen y los mercados evolucionan. En este sentido es una garantía que, desde que se incorporó al cargo el director general de Comercio, David Mille ha manifestado la necesidad de adaptación del sector a los actuales factores que afectan al comercio minorista, las nuevas tecnologías y el comercio electrónico, entre otros. Una consecuencia lógica de esta certera evaluación ha sido la convicción de promover de forma eficaz la modificación del marco legal para convertirlo en un factor de desarrollo en la creación de empresas, empleo y riqueza.

Compartir el artículo

stats