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Francisco Pomares

250 años de un libro de historia

La edición del Día de las Letras Canarias de este año está dedicada a la escritora, poeta y periodista Dolores Campos-Herrero (1954-2007). El Día de las letras se ha convertido con los años en un acto de reivindicación de los principales autores de las islas. Y se celebra este Día hoy, 21 de febrero, porque precisamente hoy se conmemora también el fallecimiento de José de Viera y Clavijo, principal referente de la Ilustración en Canarias, y sin duda uno de nuestros autores más importantes. Viera es una figura que representa la cohesión cultural del Archipiélago, siendo un personaje muy querido y admirado en todas las islas, no solo por su ingente obra, también por los valores que logró transmitir en ella. Prueba del respeto que despierta Viera es el uso recurrente de su nombre en calles, parques, institutos, premios de investigación, cátedras culturales…

Viera no solo abordó campos como la historia, la literatura o la pedagogía, también se ocupó de materias científicas como la física, la química o las ciencias naturales, siendo en este ámbito uno de los pioneros en fomentar una utilización moderada de los recursos naturales y la preservación del patrimonio natural, anticipándose en ese sentido a lo que luego se definiría como ecologismo.

Este año de 2022, la significación de Viera es aún mayor: se conmemora el 250 aniversario de la publicación de su Historia de Canarias, cuyo primer tomo se imprimió en 1772, en la imprenta madrileña de Blas Román. La Historia de Viera se plantea como el primer tratado historiográfico del Archipiélago en el sentido moderno del término, ya que con anterioridad a ella solo existían crónicas y recopilaciones de hechos, que carecían de un estudio riguroso de sus fuentes documentales.

Las características de la monumental Historia de Viera convierten a nuestro polígrafo en el mayor historiador de las islas, y el primero en aplicar en su análisis los nuevos métodos historiográficos que se comenzaban a utilizar en Europa. Sin embargo, a pesar de los esfuerzos que Viera desplegó para escribirla y publicarla, el libro no fue suficientemente valorado en su época: Lope Antonio de la Guerra criticó algunos yerros, y Bernardo de Iriarte calificó injustamente su estilo de pueril y afectado… La envidia, escribió Cervantes, es carcoma de virtudes. Pero la posteridad puso las cosas en su sitio, convirtiendo la obra principal de Viera en consulta ineludible para todos los historiadores posteriores.

Surgida en el seno de la Tertulia de Nava, la idea de componer una Historia de las Islas, siguiendo los parámetros ilustrados, se vino a materializar gracias a la red epistolar que el propio Viera tejió entre sus amigos, a quienes solicitaba datos de fuentes manuscritas insulares, a las que el arcediano no podía acceder, por encontrarse en la Villa y Corte. En el primer tomo de los cuatro que integran la obra, Viera aborda cuestiones como la Atlántida, San Borondón, las costumbres guanches, las momias, el garoé, el Teide, la virgen de Candelaria o la conquista normanda. El catalán Elías Serra Ràfols, fundador de la Revista de Historia de la ULL, alabó siempre el estilo de Viera, incluso ponderando tanto su vena literaria, que admiraba, como su voluntad de rigor histórico. El profesor Manuel de Paz, que ha realizado la última e impresionante edición crítica de la Historia, la considera «el libro más influyente jamás escrito sobre las islas».

Lo cierto es que, a pesar de que muchos aspectos de la Historia de Canarias han sido revisados y superados por historiadores actuales, la publicación de este libro supuso un punto y aparte en el estudio del pasado de Canarias, y por eso se considera a Viera como padre de la moderna historiografía canaria. En nuestro ideario colectivo, la Historia de Canarias, a la que su autor dedicó más de una década de su vida, representa un hito en el conocimiento crítico del devenir de las islas, y en su interpretación.

En el Día de las Letras Canarias, que hoy se celebra con un merecido reconocimiento a Dolores Campos-Herrero, Viera no debería resultar un simple telonero, una referencia liminar. En cualquier otro lugar, un aniversario tan significado como el primer cuarto de milenio de la primera edición de la Historia de Viera, nuestro libro más importante, sería celebrado como demostración de que una sociedad no debe olvidar sus referentes culturales. Aún no es tarde para plantearlo, tenemos todo este año para hacerlo…

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