eldia.es

eldia.es

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Rafael Dorta

Crónicas de la Revo-ilusión

Rafael Dorta

Europa en Las Termópilas

Cuando me entran ataques de desprecio hacia los psicópatas que desean la guerra, rescato al gran Gila escenificando aquella simple y llana conversación telefónica con el enemigo para razonar una tregua. La lógica del humor como el único recurso frente al drama de las almas sin reposo. Y otra vez, ocurre ante nuestros ojos, con la producción audiovisual de una puesta en escena que nos retrotrae al siglo pasado. Más allá de las diplomacias y las mentiras, palpita la necesidad de un cambio de liderazgos, porque los actuales se parecen demasiado a lo que fue y ya no es. Ensayan despliegues tácticos, exhiben músculo patriótico y nos sumergen en el video juego de la novísima tecnología bélica. Pero al final, se trata de lo mismo de siempre, esto es, la lucha por la hegemonía económica y militar, el control de la energía y los recursos, eliminar o ser eliminado. A Grecia le debemos la filosofía y el comienzo de una idea de democracia, en un difícil equilibrio que identifica el progreso de las civilizaciones con la desvinculación de opresivos preceptos religiosos y culturales. El paso que separa la luz de la oscuridad es muy estrecho, y ahí sitúa Europa su última línea de defensa. Y porque ya estoy harto de los cuentos de buenos y malos, no voy a ensalzar a la OTAN ni a denostar a Putin o a Xi.

Todas las lecciones que nos dejaron las anteriores masacres y su innegable efecto catártico, forjaron los cimientos del proyecto europeo como una entente política capaz de gestionar en paz a una sociedad cada vez más compleja. Las termópilas ucranianas son el ojo de cerradura de nuestra historia y los bárbaros se disputan la llave.

Mientras tanto, Leónidas y sus espartanos se han ablandado, no paran de echar barriga de ver tanto Netflix.

dorta@brandwithme.com

Compartir el artículo

stats