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ALGO ASÍ

Inventos y el plátano

Mis compañeros de la cruzada en defensa de los enfermos de la diabetes, la que llamamos la asesina silenciosa, me abruman con sus informaciones cada día. Mi amigo Vicente Pérez tiene un puesto desde donde le es muy factible conseguir buenas y agradables noticias sobre la enfermedad y no precisamente de las redes sociales, donde mienten como auténticos bellacos un día sí y otro también. Procura enviarme cosas más interesantes, entre las que están las buenas propiedades del pepino. Concretamente, en un estudio de la Universidad de California afirman que puede bajar la glucosa en sangre en 30 minutos, debido a que tiene bajos carbohidratos. También dice que el jengibre tomado en infusiones y añadiéndole una ramita de canela y unas gotas de limón, tiene mucha efectividad para los que sufrimos diabetes tipo 2. Por supuesto complementado con buena alimentación, principalmente de hierbas.

Me envía un artículo de cómo funciona el nuevo medidor de azúcar en sangre que no necesita pincharse, un notición para todos los enfermos, y manda también un enlace a una web bastante interesante www.tododisca.com, dirigida a personas con discapacidad, dependencia, problemas de salud y accesibilidad. La compañía fabricante de este invento es Garmin y tiene el apoyo del gigante en ventas Amazon. Es como una especie de reloj que va comunicando tu estado.

En lo que insisten diariamente mis amigos es en que escriba sobre el mal estado en que se encuentran los enfermos: falta de información, nula atención presencial, dejadez de los centros de Salud… La culpa es de la mala gestión de la Sanidad en nuestra Comunidad Autónoma. Dicen que por el covid-19, pero que no nos engañen, ni tan siquiera te atienden telefónicamente. Desde que empezó esta pandemia la sanidad ha ido siempre por detrás de la enfermedad, porque no ha habido previsión en ningún momento, faltan profesionales y hasta las enfermeras quieren cambiar de profesión por el terrible agobio que están pasando. La gente está harta, pues es imposible hasta conseguir una cita presencial en consulta. A mí lo que me preocupa es que asociaciones y federaciones estén callados como tocinos y ni se les espera una reacción de las buenas noticias para los enfermos de diabetes.

A un servidor le ocurre que se está convirtiendo en un rumiante. Me va muy bien con este régimen, voy controlando el azúcar y en estos momentos tengo mi glucosa casi perfecta, pero aunque a esto le llamen calidad de vida, es un aburrimiento. Llevo el régimen a rajatabla, tomo mi medicación diaria, camino todo lo que el cuerpo me permite, pero no tengo el menor seguimiento de mi enfermedad.

No sería serio si no dijera la verdad. Cuando tenía 17 o 18 años era el platanero mayor del reino. Es para mí la mejor fruta del mundo. Aunque dicen que perjudica a la enfermedad, todos los días me endilgo uno en el desayuno y si quedan, otro en el almuerzo. Tiene su razón, y es que marché a Jaén con seis años, y en el mercado no siempre había o estaba caro, así que sufrimos escasez y antojo. Cuando regresamos a la tierra, mi cuñada Merceditas le dijo a su madre que yo era un loco de nuestro plátano, tuvo un hijo de mi edad que había fallecido, por lo que me llamaba para que merendara en su casa. Traía siempre la mejor manilla del mercado y con pan, me lanzaba la media docena con tranquilidad, además de tener otra preparada para que me la llevara a casa. En aquella etapa de mi vida caminaba muchos kilómetros diarios, así que estaba en plena forma, hecho un pichón. Aprecié mucho a doña Remedios, se portó muy bien conmigo, y también quiero mucho a mi cuñada Mercedes, que está en un centro de mayores. Se encuentra bien, pero la pandemia impide ir a verla. ¡Es muy triste por lo que estamos pasando los mayores! Tiene una memoria prodigiosa y escucharla charlar con mi cuñado Jaime daría para escribir un gran libro sobre El Toscal, se saben la historia del barrio y su gente de cabo a rabo. Es una gran mujer, cuidaba a mi hermano como quien cuida en un jarrón un gran ramo de rosas, pero la vida tiene esos trances, a veces alegría y otras, amargura. Con Dios.

aguayotenerife@gmail.com

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