Hace unos meses conocimos el estudio “El PIB de Canarias y de sus economías insulares”, presentado por la Real Sociedad Económica de Amigos del País de Tenerife. Era el fruto del trabajo de investigación de Domingo Jesús Lorenzo Díaz, profesor de Economía Aplicada y Métodos Cuantitativos de la Universidad de La Laguna —y otros prestigiosos profesionales— en donde se demlostraba que el Producto Interior Bruto de las islas estaba mal calculado. Es decir, que estaba sobre apreciado. Al elevar la riqueza de Canarias por encima de la realidad, esto afectaba al cálculo económico de determinadas ayudas o financiación que venía a nuestra región. Uno pensaría que de forma fulgurante se corrigió esta pifia. Pero nada de eso. Un periódico “nacional” —o sea, madrileño— publicaba esta semana el titular: “El Instituto Nacional de Estadística (INE) infla el PIB canario en1.800 millones (solo en el año 2018) por calcularlo con el IVA (que no existe)”. El INE sostiene que ya ha creado un grupo de trabajo con el Gobierno canario para tratar este asunto. O sea, que tranquilos. Dentro de cuatro o cinco años —o incluso más— el “grupo de trabajo” pasará sus conclusiones a una comisión inter gubernamental que, algunos años más tarde, elevará un dictamen al Ministerio de Hacienda y es bastante posible que antes de finalizar el siglo hayamos corregido la monumental pifia de no saber qué impuestos y qué tipos se aplican en una desconocida y exótica parte de España que se llama Canarias. Respiremos aliviados.
