eldia.es

eldia.es

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Tal cual

Pablo Paz

Saborea Canarias

Estamos comenzando a convivir con esta maldita pandemia que hará dos años, nos trastocó la vida. Tras contemplar con angustia cómo nuestra primera industria, el turismo, cerraba a cal y canto, parece ser que poco a poco comenzamos a volver a una cierta normalidad que nunca será como la de antes de la pandemia. Porque hay determinadas sensaciones, reglas y medidas preventivas que han venido para quedarse. Y eso, en cierto modo, no es del todo malo. Con respecto al turismo, la tendencia ha cambiado por completo: el mercado se ha hecho mucho más amplio y las exigencias de los turistas han optado por otros hábitos de viajes y de experiencias.

Confiemos en que la recientemente celebrada Fitur, probablemente la feria sobre turismo más importante de cuantas se celebran en el mundo, haya servido como trampolín de salida para la tan ansiada recuperación turística. En esta feria, se han llevado a cabo reservas turísticas para este primer semestre a un ritmo prometedor. Las perspectivas son muy favorables, teniendo en cuenta de que partimos prácticamente de cero. Como dice un buen amigo mío deberíamos tratar de la diversidad de los países emisores, principalmente el americano, cuyo poder adquisitivo es alto, y apostar por los vuelos directos a Nueva York, de tal forma que dicha diversificación optimice el equilibrio económico de las islas.

Ya no existe solo el turismo de sol y playa, sino que hemos conseguido en Canarias abrir la oferta hacia un turismo más activo ofreciendo nuestra naturaleza y, cómo no, nuestra gastronomía. De hecho, en los últimos estudios publicados sobre las opciones preferentes de quienes nos visitan, un porcentaje muy elevado apuestan por su satisfacción ante la experiencia culinaria. Hemos sido capaces de ofrecer a nuestros turistas, no solo los mejores hoteles que hay probablemente en el circuito del lujo a nivel internacional, sino que, además, le hemos añadido la experiencia de la ruta gastronómica de Canarias.

Nuestros productos de temporada son excepcionales y variados. Tenemos mucho más que ofrecer aparte del mojo y las papas. Nuestra comida tradicional es sana, deliciosa, sencilla y variada. En Canarias no solo se come bien, sino que los canarios saben comer; porque no basta con saborear lo que se come, sino que hay que saber paladearlo. No basta con cocinar, sino que hay que cocinar bien, y proteger el sabor de cada alimento sin adulterarlo. Ya saben lo que dicen los filósofos: una forma de mejorar nuestro mundo es a través de la hospitalidad y la cocina.

Y de eso saben mucho las grandes cadenas hoteleras que han apostado en sus nuevas aperturas por darle protagonismo a la cocina. Ya no ven la gastronomía como algo engorroso que tenían que tener para que los huéspedes se alimentaran. Han descubierto en los restaurantes, principalmente los que dirigen los chefs con estrella Michelin, una oportunidad para garantizar protagonismo y notoriedad. Algunos hoteles han tenido más suerte que otros. De hecho los hay que llevan años persiguiendo dicho estrellato sin conseguirlo, hasta que han descubierto que es mucho más fácil contratar directamente al chef estrellado. Aunque a veces la estrella no asegure las expectativas.

La gastronomía es, pues, tendencia. Y las grandes cadenas han visto que es necesario, no sé si productivo o rentable, invertir en cocina, debido a las repercusiones mediáticas que tiene el ostentar en sus instalaciones con un restaurante con al menos una estrella Michelin. Saben que el sector de lujo es cambiante, y que el turista exige cada vez más servicios y una experiencia distinta, y que en el sector gastronómico pasa por deleitarse con los mejores platos. Y los hoteleros se han dado cuenta de que un buen aliciente gastronómico es un reclamo más en un destino de alto nivel.

macost@gmail.com

Compartir el artículo

stats