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Wladimiro Rodríguez Brito

Fitur: todos los huevos en el mismo cesto

En estos días hemos visto las prioridades del Cabildo de Tenerife ante la Feria de Turismo en Madrid (FITUR) y supongo que el resto de Cabildos tendrán las mismas e incluso algunos ayuntamientos sahudies tuvieron su propio chiringuito para demostrar la ¿solidaridad? de su alcalde con el medioambiente y con los colegas de los pueblos que solo tienen campesinos y naturaleza. Sin embargo, echamos de menos la incorporación del mundo rural, algo que no podemos separar de la actividad turística como paisaje, como cultura y, por supuesto, como gastronomía.

Hay que cuidar el turismo y mimarlo al máximo ya que es una actividad económica básica en Canarias y demandamos, por razones obvias, potenciar y cuidar toda actividad que genere riqueza en un territorio limitado en recursos que tiene una población que demanda medios que esta tierra no nos puede dar.

¿Estamos en tiempos para plantear expansión turística? ¿Podemos programar miles de vuelos incluso de gran distancia como Nueva York? ¿Son los tiempos apropiados para plantear tal situación y para poner dinero público para tal aventura? Entendemos que hemos de hacer un esfuerzo en cuidar el turismo, pero hay que ser más humildes y conscientes, ya que el entorno sociosanitario no está para aventuras y menos con el maldito COVID-19 todavía activo.

Queridos responsables políticos, pongamos los huevos de oro en un cesto y hagamos lo posible por diversificar la economía. Cuidemos el medioambiente, la agricultura y las energías alternativas. No olvidemos el tema de las aguas urbanas y su depuración, incluida la de las zonas turísticas. En una palabra: pongamos en marcha una economía más diversificada, con un turismo más integrado en el entorno socioambiental y cultural que disfrute de nuestra naturaleza gastronómica. Fomentemos una mayor armonía entre el turismo y la sociedad canaria y potenciemos una economía que vaya del restaurante al mercadillo del agricultor y los guachinches.

Entendemos que los planteamientos que hace el Cabildo de Tenerife priorizando los vuelos –asumiendo así que lo significativo es que venga a Tenerife el 36% de todos los vuelos de las islas– es más de lo mismo: sol y alcohol con mercados abiertos y sin problemas.

Quiero recordar que en los tiempos en los que D. Pedro Martín era alcalde de Guía de Isora, pusimos en marcha desde el Cabildo la limpieza y poda de miles de almendros e higueras con dinero público en la comarca sur –desde Santiago del Teide hasta Guía de Isora–. Esos trabajos fueron coordinados por José Álvarez (QEPD) y la concejala de Santiago del Teide María Candelaria Pérez, quienes organizaron en colaboración con el área de Medio Ambiente unas rutas de los almendro en flor como una manera de «contaminar» a la gente –como decía Pedro Guerra en su canción– tanto a los de aquí como a los visitantes. Esas visitas fueron un éxito, con gran asistencia de residentes y turistas. Es bueno que valoremos que en los últimos años los almendros, higueras y frutales de secano están huérfanos de quien los limpie y los proteja.

Esto nos lleva a reflexionar con los responsables de las empresas turísticas y ver la obligación que tenemos para revalorizar el territorio, el medioambiente y la gastronomía. Tenerife no puede vivir solo del sol y la playa, como bien planteaba el empresario turístico Enrique Talg (QEPD). Tenemos elementos del entorno natural y cultural con gran valor e interés dada la situación geográfica histórica de Canarias y la cultura de gran parte de los visitantes.

No olvidemos que aquí tenemos todas las culturas agrarias más importantes del planeta de las que se alimentan la humanidad y que solo falta la del arroz. En Canarias y Tenerife cultivamos papas con semillas procedentes del sur de Chile (Islas de Chiloé) hasta Escocia y Dinamarca. Qué decir de los nogales y castaños de la Europa húmeda o de la zona seca de Media Montaña en Arafo-Güímar o de las batatas de la América tropical y el millo y las batatas cultivadas de secano en Fuencaliente o Lanzarote y de las gavias y nateros cultivadas por los nabateos entre Yemen y Siria.

Queridos responsables políticos, al paquete de sol y playa hemos de incorporar salud, seguridad, referencias culturales y ambientales. Nuestros campesinos, su cultura y su trabajo deben estar en FITUR como un todo. No solo hay que llevar las papas de color arrugadas con mojo o los zumos de fruta local, el vino y el queso. Hablamos de un paisaje y un paisanaje diverso, de un mundo complejo en el que el turismo ha de estar integrado en el territorio. Queremos que los terrícolas que nos visitan conozcan y disfruten de nuestra isla en todas sus vertientes, que aprendan nuestra historia y disfruten de nuestros productos, de nuestra tierra y de la diversidad que ofrece Tenerife. Creo que eso esfuerzo valdrá la pena.

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