La venta de coches se ha desplomado. Tiene su lógica. Si tienes que cambiar de vehículo ¿cuál es tu alternativa? Los políticos dicen que van a acabar con los de gasolina y los diésel. Adiós. Modelo superado. Hay que cambiarse a los eléctricos, que son muchísimo mas caros. Pero además hay otro problema. Tenemos más de ochocientos mil vehículos matriculados en esta isla. Casi a uno por cabeza. Si nos cambiáramos masivamente a coches eléctricos y si alguien inventara un sistema –que por ahora no existe– para recargar las baterías en, digamos, treinta minutos, que es un plazo razonable, estaríamos hablando de que para recargar todo el parque necesitaríamos 400.000 horas. Echen cuentas. Si solo tuviéramos un 10% del parque móvil eléctrico seguiríamos hablando de 4.000 horas. Las electrolineras tendrían que poner bibliotecas, barberías y restaurantes. Como decía Gramsci, «el viejo mundo se muere, el nuevo tarda en aparecer y en ese claroscuro surgen los monstruos». En este caso, los monstruos ridículos. Nadie va a esperar horas para llenar el tanque. Nadie.
