Las siguientes líneas van dedicadas a una mujer cuya trayectoria se puede estudiar desde diversos puntos de vista. Su nombre es Lourdes Lima Martín y a ella hemos querido homenajear atendiendo a su reciente cumpleaños. Nace el 24 de noviembre de 1928 en Cuba, donde sus padres habían emigrado desde La Orotava unos años antes. Es la tercera hija del matrimonio formado por Domingo Lima Méndez y Carmen Martín Méndez. La primera hija del matrimonio sería bautizada como María del Carmen Lima Martín y nace el 25 de enero de 1925 en la calle del Castaño, donde el matrimonio había pasado a residir. Desgraciadamente fallece en la compleja travesía rumbo a la isla antillana. En la memoria de la familia ha quedado muy presente la huella tan dolorosa que debió suponer perder a una niña tan pequeña en la búsqueda de nuevas ilusiones con el fin de mejorar su suerte. Dos años y medio después de esa tragedia nace un nuevo hijo que tendrá por nombre Domingo Lima Martín (1927-2001).
Nuestra protagonista contrajo matrimonio el 5 de agosto de 1955 con el recordado Santiago Sánchez Rodríguez, concretamente en la casa de la tía Matilde Lima Méndez. Tras ello pasaría a vivir en la calle Peralito (la Villa de Arriba), guardando con cariño la amistad hacia vecinos como Águeda y Santiago. Próximo a su domicilio se situaba la venta de María y Che. Nombres a los que se suman Lala, Tina y María (de Aguamansa). Allí se relacionó con otras muchas personas, manteniendo especialmente el recuerda hacia Gloria, Vidalina, Olga, Juana y Margarita (panadera). Cerca tenían a Marialola (sobrina de Santiago Sánchez) y su familia. Se suceden y agolpan los buenos recuerdos de la etapa allí vivida junto a su marido y sus hijos (por entonces solo eran Santiago, María del Carmen y María Lourdes Sánchez Lima). La familia se traslada en los inicios de los años sesenta a la Villa de Abajo, concretamente a la avenida Obispo Benítez de Lugo. Ahí nacería el benjamín de la familia (Pedro Miguel) poco después. Lourdes ocupaba las horas con múltiples tareas como la cocina (elaborando platos sencillos, pero de gran sabor, así como variados postres) y siendo además partícipe de la actividad de caza que realizaba su marido preparando los salmorejos.
Como gran conocedora de las técnicas de la costura, no dudaba en realizar todos los trajes que fueran necesarios para sus hijos e hijas, destacando su habilidad y destreza con las técnicas del punto y el ganchillo. La creatividad era una de sus señas de identidad, así como la necesidad de cumplir con el trabajo bien hecho. Trabajó durante unos años haciendo cortinas para una tienda llamada Pocholo. Muy volcada hacia la religión, se caracteriza por ser una persona de fe y practicante activa, destacando su devoción por María Auxiliadora. Participó en el Colegio Salesiano San Isidro como Camarera de la Virgen y Celadora, junto con amigas y compañeras como Eladia Ascanio, Lucía (Sita), Maribel, Nieves, Pilar Vargas, entre otras.
Entre sus amistades se podría mencionar a Lourdes Oliva y Chile, además de Luisa, Pino y Juana (primas de Lourdes Oliva), Filla y Luis Correa, Domingo Ojeda y Reyes, Julián Albertos y Juanita Ojeda, Pedro Machado y Milagros Ojeda, entre muchas otras personas. Con ellos ha mantenido numerosas horas de charla y de disfrute con actividades como visitas a las Cañadas del Teide. A su tortuosa salud le une desde siempre un espíritu de fortaleza para superar cualquier obstáculo, teniendo como gran ayuda a sus cuñadas Pino y Carmita. Mantiene en la memoria innumerables recuerdos y hechos como la visita a la Expo de Sevilla 92. Lourdes es, sin lugar a dudas, una mujer luchadora que mira, con sus 93 años, a una familia que se extiende por 4 hijos, 12 nietos (desgraciadamente falleció uno de ellos en un accidente hace unos años), 6 bisnietos y 2 tataranietos. Muchísimas felicidades, Lourdes, e infinitas gracias a su hija María del Carmen y su nieta Ana María por los datos expuestos para confeccionar estas líneas con cariño hacia una mujer muy querida llamada Lourdes Lima Martín.
