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Manuel Luis Ramos García

Volcanes y bachillerato

En una tarde tranquila de domingo, viendo en la televisión los ríos de lava del Valle de Aridane, me viene a la memoria lo poquito que estudiamos en bachillerato sobre los volcanes. Recuerdo vagamente algo que se trataba en la asignatura de Ciencias, en un libro titulado Iniciación a las Ciencias Naturales, del catedrático de la Universidad de Madrid don Salustio Alvarado.

Tuve la gran suerte de cursar todo el bachiller en el hoy conocido como Cabrera Pinto, que para mí fue el Instituto de La Laguna, estudiando Ciencias en tercero con dos inolvidables profesoras: doña Teresa Herrera y doña Irene Cerdá. Recuerdo que las dos eran bajitas, la primera lagunera y la segunda peninsular, con algo en común: amaban su trabajo y ambas enseñaban con esquemas a modo de llave, escritos con tiza en la pizarra.

En tercero de bachiller, casi a final de curso, nos tocó dar la parte de los Fenómenos Volcánicos, un capítulo que ocupaba dos páginas de nuestro libro con algunas ilustraciones en blanco y negro. Doña Teresa dibujó «la llave» en la pizarra, redactando punto a punto la descripción del epígrafe con sus diversos apartados, comenzando a explicarnos todo lo que encerró en aquel cartel tan didáctico, que contenía los productos volcánicos, las fumarolas, el origen de las lavas y los magmas eruptivos. Y de ahí ya pasamos al siguiente epígrafe que eran los fenómenos sísmicos, acabando así la lección del día. Repasando lo tratado en aquel curso de 1965 puedo ver ahora lo poquito que se estudiaba sobre los volcanes en unos Centros de Enseñanza Media de un territorio que nació de las lavas.

En estos momentos en los que todos queremos ser un poco vulcanólogos debemos insistir en la necesidad de reforzar los estudios sobre los orígenes volcánicos de nuestro territorio, para tener unos conocimientos sólidos que ayuden a estar preparados para afrontar los fenómenos naturales que han conformado nuestro archipiélago. No llegaremos a ser doctores en profundidades magmáticas, pero lograremos entender las causas por las que el volcán dejará una huella trágica en el Valle de Aridane.

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