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Jorge Bethencourt

MANUAL DE OBJECIONES

Jorge Bethencourt

Los cuentos de la lechera

El Gobierno de Canarias ha presentado un anteproyecto de presupuestos para el año próximo en el que anuncian la recuperación económica de las islas y un crecimiento del PIB del 13,9%. Eso es mucho decir en el contexto en el que estamos con una inflación superior al 5% que nos come por las patas, con el encarecimiento de los costos del transporte, la escasez de materias primas, el precio astronómico de la energía y una crisis galopante de la oferta. Tan es así que otros organismos e instituciones han revisado la previsión asegurando que el crecimiento del PIB de las islas será casi la mitad, un 7,4%. Unos dos mil quinientos millones menos de lo previsto.

El anteproyecto, no obstante, vuelve a crecer en montante económico. Porque se prevé una recuperación de la recaudación de impuestos —posiblemente demasiado optimista— pero sobre todo porque nos llegarán varios cientos de millones de los fondos con los que la Unión Europea está dopando a España. A nuestro país, hasta el 2027, llegarán 140 mil millones, a través de varias líneas de financiación. Unos 72.700 millones en subvenciones y 67.000 millones en préstamos. Y como nada es gratis, ya sabemos que el Gobierno español se ha comprometido en Bruselas a una serie de cosas —que nadie conoce aún— que tienen a Unidas Podemos al borde del ataque de nervios.

Pero no conviene engañarse cuando te toca algo de dinero en la bonoloto. A nadie le amarga un dulce, pero si aumentas tu nivel de vida al nivel de unos ingresos extraordinarios del mes en el que has cobrado el premio, no vas a poder mantenerlo. Salvo que te toque la lotería todos los meses. Y va a ser que no. Y eso es justo lo que parece que estamos haciendo con los fondos excepcionales que nos están insuflando.

Las administraciones públicas están convirtiendo los gastos coyunturales que nos exigió la crisis del Coronavirus en gastos estructurales. Ahora los soportamos sobre los fondos y créditos europeos pero ¿y después? El techo de gasto de la Administración

central española volverá a crecer en 2022, con un incremento del 5%, después de aumentar un 7% en 2021. Un esfuerzo que, en parte, se comerá la inflación. En Canarias vamos por el mismo camino, aumentando los gastos en los servicios públicos. Y todo eso habrá que pagarlo después, cuando ya no tengamos paraguas.

La AIReF y el Banco de España han lanzado un serio aviso sobre este aumento del gasto sin una base que lo sustente. Y ha advertido que España tiene que reducir urgentemente la diferencia entre lo que ingresa y lo que gasta; eso que se llama déficit. Sobre todo porque se anticipa una burbuja en el sistema de pensiones, con decenas de miles de nuevos pensionistas que están a punto de desembarcar en el sistema: la generación del “baby boom”.

Canarias tiene una deuda pública muy baja en comparación con el pufo español y de otras comunidades. Pero su gasto también está creciendo sobre pies de barro. Si quieres más sector público, más recursos humanos y más medios materiales, hay que aumentar el presupuesto. Y eso significa más ingresos fiscales. No se puede tener una cosa sin la otra. El dinero que nos llega hoy es solo un espejismo pasajero y al final, no lo duden, para sostener el enorme tinglado terminarán echando mano de nuestros bolsillos.

A todos nos gustaría, cuando vamos a un bar, que nos atiendan cuatro camareros en vez de uno. Pero con uno el café nos cuesta un euro y con cuatro sería el doble. Es lo que hay.

Arriagavisión canaria

Con la pompa y boato que se merece, la tele canaria y el Cabildo de Tenerife anunciaron un nuevo programa de entrevistas protagonizado por Enrique Arriaga, vicepresidente de la institución, que trabaja a destajo y al parecer le sobra tiempo para hacer de entrevistador. Ahora mismo el programa está en el aire, porque hay gente que considera una locura que salga al aire. O sea, una paradoja. Pero está presentado en sociedad y se se llama “Mentes divergentes” aunque no trata sobre Casimiro Curbelo, sino que está dedicado, según se anunció, a cinco hombres y cinco mujeres singulares. No sé qué tendrán que decir de su exclusión los colectivos LGTBIQNB+. A Francisco Moreno, que solo recibe palos por todos sitios, le dieron media de docena de orgasmos presentando el programa “institucional” —o sea, hecho con las perras del Cabildo de Tenerife— que pretende “dar mayor visibilidad al talento científico e innovador que hay en las islas”. Y ahí quería yo llegar. Son diez programas de diez minutos. O sea, poco más de hora y media. Es decir, casi exactamente la dimensión catódica del “talento científico e innovador” made in Canarias. No tengo nada más que decir, señoría. Bueno, felicitar a Enrique Arriaga porque en diez minutos sea capaz de entrevistar a un científico. Lo breve es dos veces bueno. Hay que celebrar inmediatamente una convocatoria extraordinaria de la Asociación de la Prensa de la Transilvania Macarronésica y someter a Arriaga a una comisión de idoneidad para hacer entrevistas en la televisión, no vaya a ser que las haga bien y le quite el pan a los profesionales del medio. Y prepararnos porque ahora, tras el precedente, llegará a la televisión pública de Canarias un aluvión de programas presentados por políticos. Una pregunta: ¿Alguien se ha trastornado un poco o solo me lo parece a mí?

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