Me encanta decir que septiembre es el mes cometa del año, es la estela que nos deja el verano, es una chispa de oportunidad. ¡Aprovéchalo!, ¡incorpora nuevas claves!

Septiembre es esa plataforma personal de oportunidades, es el “ecuador” del año, un momento para definir objetivos creativos, para descargar y dosificar nuestras ganas y energías en eso que realmente nos interesa.

Septiembre nos permite ser más asertivos, exclusivos, eficaces y eficientes. Desde nuestro descanso o desconexión veraniega hemos cambiado, seguro, la perspectiva y la visión de entornos, y eso nos hará focalizarnos mucho más en lo importante y no tanto en lo urgente.

Uno de nuestros objetivos y deseos a la vuelta del verano es hacer sostenible pequeños cambios de hábitos, o bien llevar a la acción esas ideas, pensamientos o promesas que nos hicimos en nuestros momentos de reflexión: en la playa, sobre esa arena infinita o en esas idílicas noches de relax…

Es interesante para ti que, con el nivel de energía de la vuelta a la rutina, mantengamos ciertos cambios o incorporemos pequeños ajustes, aunque nos ocupe exclusivamente veinte minutos al día.

Te aporto algunas claves, pequeños ajustes, que tienen mucho que ver con tu autoestima y bienestar.

1.La depresión posvacacional no existe como tal, es un término más periodístico que clínico, es solo la sensación de la vuelta a la rutina la que genera esa sensación de vacío. Para sentirnos mejor, descartemos esas etiquetas que vuelven a llevarnos a la auto limitación. No hay nada patológico en ello…Solo, ¡vivamos de otra manera!

2.Parece que el mundo nos marca objetivos una y otra vez, y todo se mide en eso. Establece a nivel personal pequeños objetivos alcanzables, e ¡inténtalo!, aunque puedas pensar que el fracaso pueda ser una opción. Ponernos manos a la obra nos hará sentir, incluso, mejor y más valiosos.

3.La ciencia ha comprobado que nuestra autoestima y bienestar no dependen del resultado de nuestros actos. Dependen simplemente de que actúes.

4.¡Focalízate en tus valores por encima de tus objetivos!

Centrado en tus valores, la percepción del logro es directa y mínimamente frustrante. Hay muestras de ello; en el estudiante que se ha esforzado y no aprueba, la frustración es mínima porque se ha impuesto el valor del esfuerzo por encima del resultado… Y en el éxito del líder político que desarrolla sus acciones desde sus valores y genera una Marca Personal y Política muy fuerte.

5.Dale una vuelta a esos pensamientos negativos y transfórmalos en respuestas racionales. Nuestros diálogos interiores tienen una carga irracional importante. Es interesante para ti; identificarlos (conocer cuáles son y cuándo aparecen) racionalizarlos (hazte las preguntas que le harías a un amigo que estuviera pasando por esas ideas para hacerle razonar…)

6.Practica esas posturas de poder. Las personas creemos que nuestro poder y valor nacen en nuestra mente, los estudios más recientes nos dirigen a la importancia de nuestro cuerpo en la Fórmula Poder. Tu lenguaje no verbal afecta a tu mente; entrena posturas erguidas y expansivas; hombros hacia atrás, cabeza elevada…Practícalas en tu despacho, a solas, en minutos antes de una reunión, o de una rueda de prensa, …Mantenlas durante dos minutos frente a un espejo y te sentirás más confiado y seguro.

7.Incorpora a la decoración de tu despacho un espejo; es el primer elemento de entrenamiento, autoconocimiento y feedback constante de sostenibilidad en Imagen Pública.

8.Autocuidado personal; el ejercicio dispara tu autoestima; planifica una mínima rutina diaria; diez minutos de estiramientos, caminar veinte minutos diarios, hacer deporte, pasear por la playa…

9.¿Sabias que pensando más en los demás y menos en ti, aumentas el concepto del valor propio y se reduce la ansiedad?

Me encanta recordar ese termino psicológico del valor incondicional humano; ese concepto que nos dice que todas las personas tienen el mismo valor, y que no competimos por valor, que ese valor es estable y nunca está en juego. Lo único que está en juego es nuestra ejecución o desempeño. Por ello, los grandes lideres valoran el desempeño y no ponen en juego el valor de otros, porque haciéndolo perderían su propio valor de liderazgo.

Comprender que nuestro valor es incondicional nos libera de esa búsqueda constante de aprobación.

¡Feliz septiembre!