Siguiendo la trayectoria de personas que, por diferentes circunstancias han tenido como lugar de nacimiento o conexión el Valle de La Orotava, realizamos en las siguientes líneas una semblanza biográfica de un ser con una destacada trayectoria intelectual, residente desde hace muchos años en Venezuela. Con él hemos estableciendo contacto a través de la red social facebook y el correo electrónico, tratando numerosas cuestiones sobre una vida marcada por un espíritu inquieto y constante de trabajo que se inicia ya desde su infancia. Nace en el núcleo realejero de La Cruz Santa el 27 de septiembre de 1940, en la casa que se conoce como la de Manuel el médico, siendo hijo del matrimonio formado por Gabriel Morales León y Hermenegilda Méndez Fernández. A nuestro biografiado se le unen como hermanos Domingo, Mercedes, Olga, Orlanda (fallecida en 1958), José y otro Domingo en 1944, por la muerte del primero en 1941. En 1945 alquilan sus padres una casa en La Laguna, concretamente en la calle Herradores. Realiza estudios primarios en el Colegio Nava La Salle y en sus instalaciones seguirá hasta segundo de Bachillerato. Comparte entonces aula con distinguidos canarios en la cultura como José Luis Fajardo Sánchez y José Manuel Cervino. A partir de tercero sigue su formación en el Colegio San Ildefonso, en la capital tinerfeña, a donde bajaba y subía dos veces al día pues almorzaba en La Laguna. Incontables horas de estudio se combinaban con descansos en La Cruz Santa, donde pasaba las vacaciones. Ahí recuerda buscar leche para el consumo diario al Cercado La Paz, en La Cartaya, o al Cercado El Pino, en la Piñera. En las vendimias cargaba las cestas con las bestias hasta el lagar. Recuerda también realizar vehículos de verga y a uno de ellos, como muestra de su interés, curiosidad y destreza, le coloca un simulacro de motor con cilindros. Las horas fluían en la carretera, la única calle asfaltada de la Cruz Santa que llegaba hasta la Punta del Muro. Volaba cometas, acudía al Teatro Cine Realejos y disfrutaba, como tantos otros jóvenes de su época, con bailes amenizados por conjuntos musicales como Copacabana y Casablanca.

Siendo muy joven ya estaba convencido de que debía obtener un título universitario. Decide entonces escoger Químicas. La refinería era una de las pocas opciones que se tenía para trabajar. Al regresar de las milicias de Sevilla tiene la oportunidad de ejercer como profesor de Matemáticas en el Colegio Nava La Salle y, al mismo tiempo, dedicarse al Doctorado, viviendo entonces en el Colegio Mayor San Fernando. La Facultad estaba en lo que es hoy la antigua Universidad, en el núcleo de Anchieta después de haber estado en la Real Sociedad Económica de Amigos del País de Tenerife. Tras finalizar el doctorado en Químicas realiza una breve estancia en el Centro de Química Orgánica del CSIC de Madrid. El aviso que recibe del por entonces rector de la Universidad de La Laguna y natural de su mismo pueblo, Dr. Antonio González González, respecto a la apertura en la Universidad de Los Andes (ULA) de una Facultad de Ciencias será motivo para su incorporación en tal institución. Estará un breve periodo en la Universidad Metropolitana de Caracas, regresando nuevamente a la ciudad de Mérida para incorporarse al Instituto de Investigaciones Químicas de la Facultad de Farmacia de la ULA, institución a la que sigue vinculado como profesor jubilado, en condición de emérito. Su papel se sucede en diversas comisiones académicas, ampliando su formación con un nuevo doctorado en la Universidad de Oxford entre 1974-1977. Es profesor en áreas como la Química General, Química Orgánica, entre otros ámbitos en los que ha formado parte de grupos de investigación. Acumula más de 100 artículos en revistas científicas siendo, además, editor y colaborador de diversas publicaciones relacionadas con su ámbito de especialización. Entre sus reconocimientos se puede mencionar la Distinción Bicentenaria de la ULA (2008) y Dr. Rafael Chuecos Poggioli (2016). Es columnista desde 2007 del semanario Magazine Español, de la comunidad española en Venezuela, y, además, participa de su realidad más cercana con iniciativas de acción vecinal sin olvidar nunca su sangre canaria, compartiendo en redes sociales sus vivencias y huella entre los dos territorios del océano Atlántico. Nuestro máximo agradecimiento a Antonio Morales Méndez por permitir acercarnos brevemente a su trayectoria.

 

(*) Historiador