En los años setenta del siglo pasado, Canarias disfrutaba de un potente sector industrial tabaquero. Las islas exportaban las marcas más famosas del tabaco negro de la época –aquel Coronas– y sus ventas crecían como la espuma en el mercado peninsular. En Madrid se decidió que eso no podía ser. Que un pequeño archipiélago no podía seguir poniendo en jaque a la gran empresa estatal, Tabacalera. Así pues se puso en marcha un programa de liquidación. En veinte años las industrias canarias fueron asfixiadas y extinguidas. Problema resuelto.

Lo que está ocurriendo con el cine en las islas es similar. El incipiente éxito de Canarias como lugar para rodajes cinematográficos tiene preocupada a la competencia nacional. Los incentivos fiscales que se dan en el archipiélago, “desproporcionados” y “excesivos”, han despertado el cabreo generalizado de algunas otras comunidades. Y como resulta que hay gente en Madrid que está de las “singularidades” de las islas hasta mucho más arriba de la peineta, pues mira que bien. Es el momento oportuno para cargarse las compensaciones que permitían rodar en unas islas tan lejanas.

Los diputados socialistas canarios se han convertido en aquellos pilotos japoneses que, a falta de munición, se arrojaban dentro de su avión sobre los barcos enemigos, convertidos en bombas humanas. Ahí los tienen, con los dientes apretados y los ojos cerrados, en barrena y gritando que no se está modificando el Régimen Económico y Fiscal cuando es obvio que se lo están cargando olímpicamente, y asegurando que los socialistas defienden el REF “como el que mas,” aunque, tristemente, sea un Gobierno socialista —como antes fue conservador— el que se lo está ventilando como quien sí quiere la cosa.

Canarias tenía un diferencial fiscal del 80% sobre la Península en las exenciones fiscales a los rodajes cinematográficos. En las islas se tenían mayores ventajas fiscales, para compensar que el archipiélago está donde el diablo perdió los cuernos y traer aquí actores y equipos cuesta más. Solo con los pasajes de Iberia, que te sacan los dos ojos, seguro que te sales del presupuesto. Lo que están haciendo ahora es liquidar ese diferencial. Así de simple. Y no hay que darle muchas más vueltas.

Los nacionalistas, Coalición Canaria y Nueva Canarias, nos engañaron como a chinos. Cuando se aprobó el nuevo REF tiraron voladores y flores y dijeron orgullosamente que esta vez los fueros canarios tendrían anclaje constitucional. O sea, que nadie, nunca, se iba a pasar esa ley por el arco del triunfo. Sacaron pecho de palomo, pero se han quedado sin plumas. A la vista está que al REF lo siguen tratando como al pito del sereno. Nos la metieron doblada en los presupuestos del Estado, donde se esfumaron partidas económicas que eran “intocables”. Nos timaron con el convenio de carreteras, cuya deuda ni han pagado ni piensan pagar. Y ahora nos recortan el cine delante de las narices.

La política consiste, cada vez más, en esparcir tinta de calamar sobre los asuntos conflictivos. Esta vez no será una excepción. Pero en esto solo se engañarán a sí mismos.