Canarias lleva liderando desde hace más de 25 años la ejecución de programas de cooperación financiados con fondos europeos, en colaboración con los archipiélagos de Madeira y Azores, ostentando la autoridad de gestión a través de la Dirección General de Asuntos Europeos. Esta experiencia se ha desarrollado en varias etapas.

Los distintos periodos

La cooperación canaria en el espacio atlántico es anterior a la implantación del euro y tiene una larga trayectoria. Se remonta al año 1994, en el marco de la iniciativa Regis II, destinada a apoyar la integración de las regiones ultraperiféricas cercanas entre sí y a favorecer la cooperación con los países vecinos.

A partir del año 2000, los tres archipiélagos europeos compartieron por primera vez un nuevo modelo de colaboración conjunta en el ámbito de la cooperación territorial, integrado en la política de cohesión de la UE y financiado con un instrumento distinto al previsto para las regiones ultraperiféricas. Se beneficiaron del Programa de Iniciativa Comunitaria transnacional Interreg III B MAC (Madeira-Azores-Canarias), cofinanciado por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (Feder).

El coste del programa superó los 170 millones de euros.

La Comisión Europea (COM) aprobó en septiembre de 2007 un nuevo programa de cooperación transnacional MAC para el periodo 2007-2013, manteniendo el mismo ámbito territorial. El objetivo global consistió en incrementar los niveles de desarrollo socioeconómico de los tres archipiélagos, promoviendo una estrategia basada en el impulso de la sociedad del conocimiento y del desarrollo sostenible para reforzar la integración del espacio de cooperación con los países de su entorno geográfico y cultural. El presupuesto se redujo aproximadamente a 65 millones de euros.

Para el periodo 2014-2020 se aprobó por la COM en junio de 2015 el programa aún vigente Interreg V-A MAC, con un presupuesto muy superior al anterior, que asciende a casi 149 millones de euros.

En esta fase se ha consolidado el espacio territorial de cooperación con los tres países próximos que participaron en el programa, el cual tiene como objetivos potenciar el I+D+i, mejorar la competitividad de las empresas, promover la transición climática, conservar y proteger el medio ambiente y mejorar la capacidad y eficiencia de la administración pública.

Los beneficiarios y socios de las actuaciones programadas se han diversificado para adaptarse a las características de cada proyecto. Han participado las administraciones públicas regionales y locales, universidades, centros de investigación, institutos tecnológicos y fundaciones, cámaras de comercio, asociaciones empresariales y profesionales, así como otras entidades públicas o privadas sin ánimo de lucro con sede en las regiones de Azores, Madeira, Canarias y los países socios.

La experiencia adquirida

Los proyectos y actividades realizados en colaboración con los países del entorno pusieron de relieve que las expectativas más interesantes de cara al futuro estaban ligadas a su expansión a la zona natural de influencia de las regiones europeas. Concretamente a Senegal, Mauritania y Cabo Verde, países que aceptaron participar en el programa y con los que se realizaron proyectos conjuntos.

La experiencia adquirida ha puesto de manifiesto el interés cada vez mayor que, para la cooperación canaria al desarrollo, tiene la financiación europea de proyectos transnacionales con los países próximos del África Occidental. A lo largo de este tiempo se han explorado también áreas de actuación en sectores y con objetivos temáticos comunes a los programas del Fondo Europeo de Desarrollo (FED) destinado a acciones de apoyo al desarrollo económico, social y cultural de los Estados de África, Caribe y Pacífico (ACP).

El futuro del programa

La siguiente fase no debería ser mera continuidad de las anteriores, pues los resultados obtenidos permiten afrontar retos más ambiciosos, que pasan por consolidar la cohesión territorial con Cabo Verde, Senegal y Mauritania y extender el área de actuación geográfica a otros países africanos.

A este respecto no debía perderse de vista que la COM está elaborando un nuevo Reglamento para la cooperación territorial europea, el cual prevé que, a la cooperación transfronteriza y transnacional, se añada la marítima y la cooperación con las regiones ultraperiféricas. El Consejo europeo, en el presupuesto para el periodo 2021-2027, propuso asignar cerca de 8.000 millones de euros a la cooperación territorial.

En el futuro inmediato está abierta una importante ventana de oportunidad para el porvenir de la cooperación canaria al desarrollo, ya que muchos proyectos de cooperación transnacional, a implementar en la cuenca atlántica con los países ribereños, pueden también ser financiados con cargo al programa Interreg Espacio Atlántico, en cuya última edición se incluyó a Canarias, Azores y Madeira.

En consecuencia, el panorama no puede ser más prometedor ya que la privilegiada situación geoestratégica del archipiélago canario en el seno de la UE, como región atlántica, transfronteriza con las regiones de Madeira y Azores, transnacional con África y como región ultraperiférica, posibilita que Canarias se beneficie de diversos fondos europeos, previstos para los distintos sectores de actuación y que se consolide como el principal actor de las acciones de cooperación en su espacio geográfico de influencia.

De cara al próximo periodo, la cooperación internacional de Canarias en su conjunto ha de enfocar su orientación estratégica hacia el objetivo global de Naciones Unidas perseguido en la Agenda 2030 de erradicación de la pobreza y consecución de un desarrollo sostenible económico, social y la medioambiental, tomando como referencia los 17 ODS (objetivos de desarrollo sostenible) y sus 169 objetivos asociados, a fin de identificar y definir las metas canarias, tanto a nivel interno como en lo que se refiere a la ayuda a los países en vías de desarrollo.

Hay que tener presente que la UE sigue la política de integrar los ODS en todas sus iniciativas, por lo que la ventaja de los programas europeos en los que participará Canarias en lo sucesivo es que todos ellos, así como las condiciones de financiación que contemplará el nuevo marco financiero plurianual, son coherentes con los ODS. Por tanto, las futuras acciones de cooperación territorial de Canarias estarán todas en línea con la Agenda 2030.

En este contexto general cobra particular importancia el programa MAC ya que, por su elevada dotación presupuestaria, concentra la parte más importante del conjunto de las acciones y de los recursos económicos con que cuenta la cooperación canaria al desarrollo.

En mi opinión, el futuro de la cooperación internacional de Canarias pasa por institucionalizar una alianza estratégica más amplia con Portugal y sus regiones atlánticas para desarrollar programas conjuntos de cooperación con países próximos del continente africano y también del espacio iberoamericano que comparte con España, financiados esencialmente por la UE.

A partir de la experiencia adquirida en los programas MAC y en la gestión de fondos europeos, las oportunidades que se presentan son extraordinarias, especialmente si se diera el paso cualitativo de constituir una Agrupación Europea de Cooperación Territorial hispano-portuguesa, con Madeira y Azores. Ello permitiría disponer de una entidad con personalidad jurídico-pública propia, que facilitaría la obtención de fondos comunitarios, así como la gestión coordinada de las iniciativas y proyectos de cooperación territorial. Además permitiría integrar en su seno a todas las entidades y organismos públicos de Canarias que actúan en el sector de la cooperación, especialmente los Cabildos y Ayuntamientos, con la posibilidad de incorporar también a instituciones de terceros países, lo que reforzaría la coherencia, la eficacia y el impacto de la cooperación canaria al desarrollo.