El pasado mes de noviembre, siendo aún ministra de Política Territorial y Función Pública, Carolina Darias prometió que los Presupuestos del Estado para 2021 colocarían Canarias por encima de la inversión media española. Darias dejó claro que nos iba la vida en tener unos presupuestos que cumplieran con el REF, e insistió en que el Gobierno Sánchez sería el primero en cumplir con los fueros canarios.

Lo cierto es que los primeros presupuestos de Sánchez, primeros también tras la aprobación del nuevo REF y Estatuto canario dejaron la inversión por habitante en 168 euros, frente a la media española de 258 euros. Las promesas de Darias quedaron en agua de borrajas, y la ministra Montero se pasó con gracia y desparpajo andaluz, mismamente por el refajo, varias partidas consolidadas en las cuentas de 2018, como los 42 millones para infraestructuras educativas, los dineros para infraestructuras turísticas, el convenio de obras hidráulicas o los millones destinados a costas, y no hubo ni un duro para seguros agrarios o investigación. Se merendaron los treinta millones contra la pobreza incorporados a las cuentas del 2018, después de un duro pulso con el Gobierno Rajoy, y los casi doce millones de actuaciones complementarias para vivienda en Canarias, se redujeron a un solitario millón para maquillar Las Rehoyas. La dotación para carreteras pasó de 308 millones de 2018 a 200, en una jugarreta de la que el Gobierno regional aún no se ha recuperado: la deuda de mil millones pendiente del anterior convenio, a pesar de la sentencia del Supremo, se computó la mitad como superávit destinado a atender servicios esenciales, y los 500 millones restantes fueron prorrateados en las futuras anualidades del convenio vigente. Mil millones evaporados… Darias quedo de mentirosa, y el nacionalista Román Rodríguez acabó justificando al Gobierno nacional: «Nunca –dijo– un proyecto de presupuestos del Estado ha cumplido el REF en su redacción inicial», y añadió que siempre se corregía en el trámite de enmiendas. Pero no ocurrió así. La ministra ninguneó a Rodríguez, y al final, ante las señales de liquidación del REF, el Pacto de las Flores optó por vender humo, llegando a justificar que se cargaran las bonificaciones de puertos (con enorme empute de Casimiro) o se rebajaran las ayudas al sector eléctrico. El PSOE apoyó todas las rebajas de Madrid.

Y ahora el propio Gobierno pacta con Madrid un nuevo navajazo al REF: Hacienda y el Gobierno de Canarias han decidido –de común acuerdo, dicen– fijar el máximo de deducciones fiscales para las películas que se hagan en Canarias a 12,8 millones. Lo están presentando como una buena noticia, porque eso supone más que duplicar los 5,4 actuales. Pero ocurre que en mayo de 2020, Hacienda amplió hasta los diez millones las deducciones en el resto de España y se olvidó de Canarias. El acuerdo actual supone incumplir el REF, que establece un diferencial fiscal del 80 por ciento, y por tanto, las deducciones en Canarias deben ser de hasta 18 millones, algo de lo que la ministra no quiere ni oír hablar, y que el PSOE canario justifica en el viejo dicho de que más vale pájaro en mano.

Vuelven a incumplir el REF. También en esto, un asunto no tan menor... Y vendrán más incumplimientos y desplantes. Y les dará exactamente igual. Porque esto no es Cataluña, sólo somos una región pobre, alejada y gobernada por tibios que sólo piensan en ellos mismos y en mantener sus canonjías y privilegios.