Me encanta compartir historias maravillosas, y hoy quiero hablar de una de ellas. Fratelli tutti es un llamado del Papa Francisco a la sensatez, una encíclica que pasará a la historia como una invitación a la paz en épocas de oscuridad. Francisco, Papa social por excelencia, ha querido hacer su aporte para mejorar la política. De acuerdo con él, la actual manera de hacer política suele caer en prácticas populistas con el objetivo de cautivar al pueblo, para usarlo en favor de proyectos personales y de perpetuación del poder.

Insiste el Papa en que la política debe basarse en el amor, la caridad y la subsidiariedad; el diálogo auténtico, que considere el punto de vista ajeno y esté abierto a argumentos; un dialogo sincero, pero a la vez amable, tiende puentes.

Esta semana se hacía público el decidido impulso del Papa para poner en marcha una escuela para políticos nobles, de la mano de una fundación española, Liderar con Sentido Común, dirigida por Antonio Sola; conjuntamente con Scholas Occurrentes, creada por Bergoglio hace dos décadas en Argentina, diseñarán la formación de los nuevos líderes. Este proyecto de formación política girará en torno a la encíclica Fratelli tutti, de la que toma su nombre.

El Centro acogerá a entre 20 y 50 jóvenes del mundo entero, que pretendan ser líderes políticos en sus países. Estarán presentes la izquierda, la derecha y la puerta estará abierta a todas las confesiones, lo que convierte este proyecto todavía en más valioso y singular.

La sede de la escuela estará en Roma, su actividad será itinerante, y cada curso durará unos 16 meses; el proceso de selección para la entrada en la escuela presenta el requisito de ser menor de 30 años, y las condiciones económicas son mínimas. Es una gran oportunidad para aquellas personas con vocación de servicio público, pertenecientes a las bases y juventudes de nuestros partidos políticos.

El Papa Francisco ha bendecido hace escasos días este proyecto en el barrio romano -muy querido por mí- del Trastévere, al que deseo volver pronto. Las asignaturas humanísticas estarán dirigidas por Scholas Occurrentes, mientras que la fundación Liderar con Sentido Común, radicada en Madrid, llevará el timón en lo referido al programa técnico y a las aptitudes puramente de índole políticas.

El Papa apuesta por “líderes capaces de interpretar el sentir de un pueblo, su dinámica cultural y las grandes tendencias sociales. La política debe de ser más noble que la apariencia”, reza el escrito. La Escuela, sobre el papel, promete alejarse de los políticos que superponen la fotografía a la idea, los finales a los principios y el marketing al bien común.

Mi querido Antonio Sola

Preside y dirige la fundación Liderar con Sentido Común. Es conocido como el `creador de presidentes´, y ha ganado campañas presidenciales en México, Guatemala y Haití. Ha sido el primer español premiado por The Abolition Institute por su compromiso y trabajo contra la esclavitud en países como Mauritania, Haití y Sudáfrica, entre otros reconocimientos a su valía humana y personal; reconocido también por la Asociación Latinoamericana de Consultores Políticos, por su trayectoria de más de dos décadas en el mundo de la consultoría política.

Sola ha asesorado a líderes políticos de cuatro continentes, y es uno de los consultores más cotizados en Estados Unidos. Ha trabajado en más de 450 campañas electorales, que lo han posicionado entre los mejores consultores de estrategia política del mundo. Se pasa la vida prácticamente en un avión, cuyo rumbo favorito siempre es la ciudad ecuatoriana de Guayaquil, donde vive, o su Almería natal.

Apasionado por la vida y las personas, siempre tiene una palabra cariñosa que regalarte, accesible sin importar en qué huso horario esté, ni lo apretado de su agenda. Está muy vinculado a Canarias, donde nos hizo sentir unos privilegiados con su compañía telemática durante la pandemia. Como él dice, “Amo amar”; y es que a su lado, es fácil hacerlo una y mil veces.

“Votar, más que elegir personas, es elegirnos a nosotros mismos. Porque votamos espejos que nos reflejen, que nos devuelvan nuestra identidad, que nos digan quiénes somos, que nos representen”. Esta reflexión de Antonio Sola encaja perfectamente en los objetivos de esta `escuela de líderes políticos´ que nace de la mano del Papa Francisco como una gran contribución a la mejora de la política en todo el mundo.

Fratelli tutti, todos hermanos, puede ser el principio de la regeneración de valores de la política que tanto necesitamos.