El miércoles 7 de abril asistimos de forma virtual al acto de presentación del Libro Homenaje dedicado a Isidoro Sánchez García bajo el título Retos de la Gestión Forestal y Ambiental en las Islas Canarias en el siglo XXI. Se trata de un extenso trabajo editado por el Colegio Oficial de Ingenieros de Montes y estructurado en 19 capítulos a lo largo de más de 300 páginas, con una coordinación científica a cargo de los doctores Juan Carlos Santamarta Cerezal y Jorge Naranjo Borges, personas con una amplia y extensa experiencia de trabajo en materia de ingeniería forestal y ambiental. Una obra que trata de asuntos como la evolución histórica de los montes de las Islas Canarias y los retos de futuro, las características de la gestión del Sector Forestal, la complejidad de trabajar con la Gestión Forestal en un contexto de crisis climática y transición ecológica, la mirada histórica a la repoblación en Canarias, la gestión de los montes canarios ante el escenario protagonizado por los incendios forestales, la compleja situación de la prevención de los incendios en el caso de Gran Canaria y la gestión del paisaje ante la era del cambio global, la Red Natura 2000, el presente y futuro de las infraestructuras verdes, el significado de la Extensión Forestal, los retos de los sistemas agroforestales en las Islas Canarias, los retos en la teledetección y el uso de drones en la gestión forestal del archipiélago, los retos en la gestión del arbolado y áreas verdes a borde de carretera, el bienestar social y valor económico de un activo ambiental, la importancia de los eventos deportivos en nuestro medio natural, la evolución y retos de la Precipitación horizontal en el contexto del Cambio Climático, los montes de las Islas Canarias y el uso de las aguas subterráneas, los retos de eficiencia del regadío en Canarias y los certificados de profesionalidad. Un conjunto de aportaciones que, como observamos en sus respectivos epígrafes, aborda una extensa realidad desde diferentes puntos de vista siguiendo el trabajo definido por diversos profesionales en los ámbitos de la ingeniería de montes, la ingeniería técnico forestal, la ingeniería agrónoma y las ciencias económicas.

En las páginas iniciales se incluye una semblanza sobre la trayectoria de Isidoro para comprender las múltiples facetas que ha desarrollado. El doctor Juan Carlos Santamarta Cerezal desgrana en varias hojas un relato vital y profesional que se remonta a la formación adquirida por el homenajeado en el Colegio San Isidro (regentado por los salesianos), el acceso a la Universidad de La Laguna y la incorporación a la Escuela Técnica Superior de Ingeniería de Montes de Madrid. Desde entonces se iniciaría una amplia experiencia profesional en el ICONA, como director del Parque Nacional del Teide y director del Parque Nacional de Garajonay. A todo ello se suma su autoría en libros, charlas, exposiciones y otros testimonios (junto a una extensa implicación en la política) que dan cuenta de la relación entre Isidoro, los montes y la naturaleza. Su atención se extiende más allá de todo eso y también ha sabido mirar y comprender a los que, como él, han apreciado y valorado la riqueza que el medio nos ofrece. En ese relato vital no faltan desde hace décadas las experiencias desarrolladas a favor del conocimiento y la difusión de Alexander von Humboldt en nuestro archipiélago, la investigación, proyección y reconocimiento del ingeniero portuense Agustín de Betancourt y Molina, el recuerdo a la escritora cubana Dulce María Loynaz y su conexión con Canarias, el uso del agua y la electricidad en el ámbito americano o en su Valle de La Orotava natal. Todo ello en compañía siempre de grandes profesionales como su recordado hermano, el ingeniero técnico industrial Eduardo Sánchez García o del consultor y siempre activo colaborador en la cultura, Manuel Méndez Guerrero. Es, por tanto, un merecido reconocimiento a una fecunda trayectoria por parte del Colegio Oficial de Ingenieros de Montes a un ser que con su hacer, como bien menciona el doctor Santamarta Cerezal, ha logrado elevar el nombre de la profesión más allá de nuestras islas. ¡Enhorabuena, Isidoro!