Estimada señora:

Hace poco más de un año que la sociedad española amaneció con la brutal amenaza de un virus asesino, un virus que hizo realidad nuestros peores presagios y que desgraciadamente ha acabado con la vida de miles de seres queridos, familiares, amigos, clientes… y que ha colocado a nuestra población al borde del colapso sanitario, económico y social.

Sin duda la excelente respuesta de nuestros profesionales médicos y sanitarios, su abnegada lucha por mantener a raya la devastadora pandemia y la responsable y madura actitud de la inmensa mayoría de los ciudadanos, ha hecho que nos encontremos ante una situación bastante más esperanzadora que la de hace unos meses.

Ya entonces y para intentar mantener casi intacto nuestro modelo de sociedad de bienestar, el Gobierno Central y el de nuestras Comunidades Autónomas decidieron crear, entre otras, una nueva “línea de defensa” que tuviera como único objetivo asegurar a las personas que vivían en territorio español su abastecimiento alimentario, básicamente de productos de primera necesidad. Como no podía ser de otro modo confiaron en los Mercados Municipales y en los demás operadores de distribución comercial.

Y los Mercados Municipales de todo el país respondimos con enormes dosis de trabajo, de sacrificio y de responsabilidad a las exigencias y necesidades de nuestra población, haciendo nuestros sus problemas y garantizando de forma solvente el abastecimiento continuado de productos alimentarios.

Así, como servicio esencial que somos y nos consideran, hemos permanecido en nuestros puestos de trabajo todo este año sin padecer fatiga, y enfrentándonos con valentía y enorme determinación día tras día, cara a cara, al feroz virus que ha devastado nuestra sociedad. Éramos y somos conscientes de nuestra responsabilidad como servicio público y esencial. Y hemos admitido, como no puede ser de otro modo y sin alzar la voz, la determinación de las prioridades sanitarias y sociales a la hora de establecer el orden y preferencia de colectivos de vacunación.

Pero consideramos que ya nos toca, sí, ya es hora de que se vacune a nuestros comerciantes y a sus trabajadores. La razón para solicitar está prioridad es de sentido común y de interés general. Sencillamente es evidente que nuestros Mercados Municipales son visitados diariamente por cientos de miles de personas y si bien se han adoptado todas las medidas posibles para evitar cualquier tipo de contagio (siguiendo escrupulosamente los protocolos anti Covid), seguimos conviviendo diariamente con el miedo constante y con un riesgo extremo; les recuerdo que también en los Mercados conviven y trabajan cientos de miles de personas, y esas cientos de miles de personas también tienen cientos de miles de familias.

A esta razón de número hay que sumarle la media de edad elevada de la clientela que hace sus compras en nuestros Mercados. Lo que nos convierte por sentido común en objetivo prioritario a la hora de prevenir las peores consecuencias de la pandemia.

Evidentemente no somos grandes operadores de distribución con enormes recursos financieros y mediáticos, pero sí conformamos con nuestros recursos humanos y nuestra gran implicación social, el alma de los barrios y ciudades del país, de la gente de a pie, de los más vulnerables.