La OCDE ve una mejora en el PIB global, de la mayoría de la población y a los planes de gastos de EE UU, mientras que el PIB per cápita en canarias es el 71,87% del nacional (retroceso a 1.962)

Las ayudas directas 7.000 millones de euros prevén más de 1.300 millones para Canarias a fondo perdido, a distribuir entre autónomos y pymes, con la posibilidad de añadir refinanciaciones de deuda bancaria y participación en aportaciones de capital a través de Cofides, en este caso, estudiado empresa a empresa.

El plan de ayudas ya prevé un plazo mismo de disponibilidad a las Comunidades Autónomas de 30 días para solicitarlas y 10 días para resolver, mientras que, en el caso de Canarias deberá venir acompañada de una convocatoria autonómica, que tendrá sus plazos de solicitud, resolución y cobro, que retrasa su buen fin, junto a una orden anunciada de simplificación administrativa, de no menos de 3 meses

Todo esto, bajo una coyuntura de precios a la baja para sobrevivir y por lo tanto los salarios que están presionados a la baja, cuestionando, incluso, la capacidad de sostener el empleo y que estas ayudas solo serán una parte de los proyectos donde los empresarios deberán valorar el momento de invertir en un contexto desfavorable de la economía.

Esta crisis, inducida por las medidas sanitarias, será la culpable de las diferencias sociales y de la brecha salarial y social. Algo de lo que las AA. PP. no pueden inhibirse.

En paralelo debe valorarse que la deuda pública aparejada a nuevas inversiones estratégicas, de la que aun nadie habla, haría que el consumo futuro avance hoy. Debe venir aparejada por una deuda a muy largo plazo con tipos garantizados como los actuales, difícilmente sostenibles con una economía recuperada e inflacionista. Los intereses de la deuda pueden ralentizar los presupuestos futuros junto con la desescalada del déficit.

Repensemos la globalización, pues entre ella y la autarquía hay mucho espacio para crear cadenas de valor sin fronteras.

Sin duda el futuro pasa también por una política que articule una sostenibilidad eficiente, unas políticas fiscales que nos transformen en economía resiliente y una digitalización social que mejore la competitividad de empresas familias y AA. PP.

No se trata de gastar hoy para pagar mañana. Se trata de planificar inversiones para que se autofinancien mañana.