La Historia es más importante que la publicidad pero ambas son necesarias. Para conocer la primera hay que hacer campaña publicitaria y no de venta. Eso fue lo que entiendo le ha sucedido al Jardín de Aclimatación de La Orotava (JAO), a pesar de su importancia histórica y científica y de su proyección televisiva en el canal de la TVE2 el sábado 23 de enero pasado, en el programa de las 5 de la tarde.

El JAO se remonta a finales del siglo XVIII, cuando la Ilustración mandaba en España y las ciencias de la naturaleza comenzaban a ser muy cotizadas. La de las plantas y la de los animales además de los minerales. Fueron los momentos en que la Botánica destacaba entre los objetivos de las expediciones científicas al Nuevo Mundo. De manera particular en Canarias cuando el rey Carlos III se interesó por crear en Tenerife un Jardín Botánico de Aclimatación donde la administración del Fomento pudiese cultivar plantas y semillas traídas desde los territorios españoles de Asia y América, Filipinas y Perú en particular. La Orotava y su Puerto atrajeron el interés del marqués de Villanueva del Prado, don Alonso de Nava y Grimón, una vez recibido el encargo real de Carlos III, en 1788, para buscar su instalación en la isla del Teide. De la ciudad de La Laguna pasó a Santa Úrsula hasta que encontró en El Durazno portuense el sitio ideal para diseñar y construir el histórico Jardín Botánico de Aclimatación de La Orotava gracias a la propuesta generosa del ministro de las Indias, su pariente el marqués de Bajamar, don Antonio Porlier.

De contar la historia del JAO se han encargado varios autores. Desde Ramón Masferrer, en 1883, a don Alejandro Cioranescu, profesor de la Universidad de La Laguna (ULL), en 1959, pasando por don Antonio Lugo y don Francisco Menéndez, en la primera mitad del siglo XX. El profesor Cioranescu, de la Universidad de La Laguna, la escribió en un libro de 1959, el mismo año en que se cumplía el centenario de la muerte de Alejandro de Humboldt, naturalista prusiano que conoció en 1799 los primeros trabajos del JAO cuando viajó a las regiones equinocciales del Nuevo Continente de las Américas, y pasó por Tenerife. Además de la subida al Teide visitó los jardines de Franchy en La Orotava para observar el Drago familiar. El profesor rumano escribió en el Prefacio de su libro que el Jardín de Aclimatación de la Orotava adolecía de un solo defecto y era el de no haber tenido suerte. Eso es lo que le ha pasado recientemente a pesar de su publicidad histórica en la televisión pública estatal de la TVE2, ya que la administración española no lo ha incluido, a pesar de su antigüedad y valor científico, en la lista de los Itinerarios Culturales designados por el Consejo de Europa con sede en Estrasburgo. Ya estamos acostumbrados a estos tratos por lo mal que se portó en su época el Príncipe de la Paz, Manuel Godoy, a la hora de apoyar financieramente el funcionamiento y el progreso del Jardín Botánico, a costa de don Alonso de Nava y Grimón, coetáneo por cierto del ingeniero canario don Agustín de Betancourt y del naturalista don Alejandro de Humboldt.

Tengo que reconocer que disfruté mucho cuando contemplé el reportaje televisivo de los Jardines históricos en el que salían las imágenes y secuencias de algunos biólogos canarios: Alfredo Reyes, actual director del JAO y de la Hijuela del Botánico en La Orotava; Arnoldo Santos, veterano jefe investigador del Jardín, quien evocó la figura del botánico sueco Eric Sventenius, y José Luis Martin Esquivel, que dio a conocer el nuevo Jardín de las plantas de alta montaña que se cultivan en el vivero del Parque Nacional del Teide, en el Portillo, entre las que es novedad la nueva violeta del Teide, la Viola guaxarensis, que vive en la crestería de la montaña de Guajara y del Topo de la Grieta.

Entonces me di cuenta de la importancia de la publicidad pero veo y constato que no es suficiente para vender el JAO. Quizás haya que añadir un toque de distinción musical como los Cantos canarios de Teobaldo Power. Las nuevas instalaciones de la ampliación del Jardín Botánico pueden ayudar a ello. Al igual que el expediente que se está preparando para incluir en la lista del Patrimonio Mundial el paisaje cultural de aclimatación de La Orotava, donde se incluyen también la Hijuela del Botánico y el Acueducto de los molinos. Entonces será de verdad el valle de La Orotava un Itinerario Cultural especial.