De Krahe a Hasél, 35 años de censura musical

Pablo Hasél ya está en prisión. Su caso ha generado una oleada de indignación ciudadana que ha encontrado en las redes sociales el altavoz idóneo para hacerse oír y llegar a los principales medios de comunicación europeos. Y mientras el cantante era detenido en Lleida, en Madrid los fascistas homenajeaban impunemente a la División Azul. En España incomoda mucho más la libertad de expresión de los artistas que no la de la extrema derecha, que es tolerada con una benevolencia impensable en otros países. Algunos hablan de la involución democrática de España. Pero para eso antes habría tenido que haber una «evolución». A Hasél lo han encarcelado justo cuando hace 35 años que RTVE censuró a Javier Krahe por cantar Cuervo ingenuo, una sátira donde criticaba a Felipe González.

En 1982, el PSOE ganó las elecciones generales por una abrumadora mayoría absoluta. En buena parte la victoria se explicaba porque los socialistas habían liderado el movimiento de oposición a la entrada de España en la OTAN. Al cabo de cuatro años, sin embargo, la situación había girado como un calcetín.

El 12 de marzo de 1986, la ciudadanía fue llamada a las urnas para decir si quería formar parte del Tratado del Atlántico Norte o no. Incumpliendo la promesa electoral de 1982, el Gobierno de González hizo campaña por el sí en aquel referéndum, que por cierto solo era consultivo y no vinculante. Este cambio de posición indignó a mucha gente, entre ellos al cantautor Javier Krahe, que convirtió su malestar en un tema titulado Cuervo ingenuo, que comenzaba así:

Tú decir que si te votan,

tú sacarnos de la OTAN,

tú convencer mucha gente.

Tú ganar grandes elecciones,

ahora tú mandar nación,

ahora tú ser presidente.

Y hoy decir que esa alianza

ser de toda confianza,

incluso muy conveniente.

Lo que antes fue muy mal

permanecer todo igual

hoy resultar excelente:

Hombre blanco hablar con

lengua de serpiente

Cuervo ingenuo no fumar

la pipa de la paz con tú

¡Por Manitú!

Además, denunciaba el maltrato que sufrían los detenidos en las comisarías y ponía en duda que el PSOE fuera un partido verdaderamente socialista y obrero. Krahe lo cantaba imitando la cantinela de los indios que salían en los wésterns de Hollywood y con el marcado tono sarcástico que le confería un estilo propio.

El 14 de febrero, Televisión Española quiso grabar un concierto que Joaquín Sabina hacía en el Teatro Salamanca. El cantante invitó a algunos amigos a tocar con él: Luis Eduardo Aute, Ricardo Solfa, Javier Gurruchaga y Javier Krahe, que quería cantar Cuervo ingenuo. TVE le pidió que cambiara de tema porque estaban en precampaña del referéndum de la OTAN, pero Krahe se opuso alegando que tenía derecho a su libertad de expresión. Cuando subió al escenario, el realizador dio la orden de apagar las cámaras y no registró su actuación. El público se dio cuenta y protestó enérgicamente. Pero lo peor estaba por llegar: TVE emitió el concierto el 23 de febrero sin hacer mención a la ausencia del tema de Krahe. Esto todavía encendió más los ánimos de la opinión pública y la polémica por aquel acto de censura se amplificó. El Gobierno socialista había permitido que la televisión pública censurara un cantante igual que se había hecho durante la dictadura franquista.

En 2014, Krahe fue entrevistado por el actual vicepresidente del Gobierno, Pablo Iglesias, en su programa La Tuerka, donde el cantautor explicó que a raíz de su Cuervo ingenuo muchos ayuntamientos socialistas dejaron de contratarlo como represalia. Durante la conversación, el líder de Podemos decía que en la España de los 80 seguía habiendo censura igual que en los años de la dictadura. Ironías de la vida, ahora, mientras Iglesias está en el Gobierno, dos de sus antiguos colaboradores en La Tuerka, Hasél y Valtònyc, son perseguidos por la justicia por lo que dicen en sus canciones. Lo que decíamos de la involución...