El pasado 21 de diciembre, ya en la semana de inicio de las fiestas navideñas, el alcalde de Arona, José Julián Mena, en su condición de responsable provisional del urbanismo en Arona, firmó una resolución de carácter extraordinario, aprobando la construcción de un hotel de lujo en una de las ochenta parcelas del Mojón, una enorme zona de expansión turística y residencial, de un millón de metros cuadrados, que constituye, junto a la otra gran bolsa de terreno urbanizable de Arona –los llanos de Chayofa, al lado del Mojón- el último gran trozo de suelo turístico del Sur de Tenerife.

Se trata dl gran pastel cuyo control y reparto provocó a finales de 2019 el inicio de la guerra entre Capuletos y Montescos en el ayuntamiento de Arona. Una guerra que tuvo tres protagonistas destacados: el alcalde, el cesado concejal de urbanismo, y el presidente del PSOE aronero y mentor de Mena, Agustín Marichal. Después de vanos intentos de forzar un entendimiento entre ellos, el PSOE acabó expulsándolos. En la apertura de expediente a Marichal, promotor hotelero y constructor, pesaron lo suyo sus incendiarias declaraciones contra otros miembros del partido –incluso de la ejecutiva regional- y sus invectivas contra los funcionarios municipales, especialmente los del área de urbanismo, muy críticos con Marichal, que los trataba como si fuera su jefe.

Marichal tiene importantes intereses en el Mojón y sus alrededores: es dueño de Marylanza Suites & Spa, un gran complejo de lujo, operativo desde hace años y situado en las proximidades del Mojón, y de la primera de las tres licencias concedidas a cuenta del Plan Parcial, licencia concedida a Marylanza SL, su promotora, propietaria de una de las dos parcelas de la manzana 19. La segunda licencia, de 2018, fue para Spring Hotels, y la tercera de las concedidas –de obra mayor, que permite ya el inicio de la construcción- es precisamente la que firmó Mena el pasado 21 de diciembre: también es para la constructora de Agustín Marichal, y a pesar de la oposición de los técnicos, ha sido concedida con bastante rapidez después de que Marylanza SL comprara la segunda parcela de la manzana 19 y solicitara el permiso para ampliar su hotel.

Lo cierto es que resulta asombroso el descaro con el que –tras el escándalo producido por la bronca en el PSOE de Arona- ha actuado Mena: porque lo peor no es que Mena apruebe a su mentor Marichal la licencia que precisa, antes que a la docena de solicitantes pendientes de respuesta. Lo peor es que se le aprueba cuando el propio alcalde, tras cesar al concejal de Urbanismo, rechazó la recepción de las obras ya concluidas de urbanización municipal de El Mojón, lo que debería suponer la negativa a autorizar más licencias, hasta que las obras municipales se reciban. Por supuesto, a Marichal se le concede la ampliación de su hotel, supeditando la apertura definitiva a que la urbanización del Mojón se concluya. Pero la misma concesión -en estas condiciones- supone ya una anomalía, que permite a Marichal demandar al Ayuntamiento si no puede abrir porque se retrasa la recepción del acondicionamiento del Mojón, y además seguir construyendo su hotel, mientras sus competidores esperan por las licencias que han solicitado. En fin, que Mena sabe que le queda poco como alcalde y ha optado por quitarse la máscara.