La pandemia del Covid-19 ha cortado radicalmente los viajes, entre otros, los viajes de grupo y destinos masificados. El miedo a los contagios nos ha recluido en nuestras casas y los adultos mayores somos los que más hemos sufrido esta situación. No obstante, existe una posibilidad, el viajar a espacios abiertos, a zonas rurales inmersos en la naturaleza. Una actividad, por cierto, que muchos de nosotros lo hemos venido haciendo habitualmente.

Los meses de confinamiento en las grandes ciudades nos ha causado muchos problemas y una forma de volver a la normalidad es retomar, de forma progresiva, nuestros planes de viaje. Aunque hay que tomar en cuenta que, por la crisis sanitaria, por nuestra salud, las motivaciones han cambiado, nos hemos vuelto más exigentes, queremos un destino seguro, especialmente en todo aquello relacionado con la limpieza, en espacios abiertos y bien ventilados y que favorezca, aunque nos cueste mucho, el distanciamiento social.

Actualmente, nuestros objetivos y exigencias para viajar son otros. Por el Covid-19 somos una sociedad diferente y no hay vuelta atrás. Según los expertos sanitarios, el fin de esta pandemia será progresivo y el miedo al contagio se mantendrá durante mucho tiempo. Pero esta situación no debe impedir que nuestras ilusiones, la aventura de viajar, se hagan realidad.

La nueva normalidad, que esperemos llegue pronto, estará marcada por una mayor conciencia medioambiental lo que favorecerá el desarrollo un turismo activo en entornos naturales, playa o montaña. Por ejemplo, la terapia de bosques, que nos permitirá combatir el estrés, la hipertensión, la ansiedad de la vida urbana y fortalecer nuestro sistema inmunitario a base de baños de fitoncidas o fitoncidios. Estos compuestos volátiles naturales (de los que se conocen más de cinco mil) son emitidos por los árboles y son los principales responsables de este efecto beneficioso en nuestra salud, ya que impiden, según expertos en este tema, el desarrollo de microorganismos patógenos, son los “antibióticos naturales”.

En conclusión, la industria del turismo, una de las más importantes de nuestras economías, deberá reinventarse y adaptarse, con agilidad e imaginación, a esta nueva realidad. Nuestra salud, la de los Adultos mayores, es importante y debemos, entre todos, buscar nuevas alternativas, ofreciendo seguridad, comodidad y flexibilidad.

Soluciones saludables ¡Una oportunidad única de convivir con la naturaleza!