José Felix Tezanos lo ha vuelto a hacer: la verdad es que el hombre es de una fidelidad a prueba de todo, y además un tipo de sorprendente habilidad para presentar los resultados del CIS, un instrumento público para conocer la opinión de los ciudadanos, que ha puesto desde que fue nombrado al servicio de su señorito. En el último barómetro del CIS, realizado entre el 1 y el 7 de octubre, y difundido el jueves pasado, los resultados son perfectos: en medio de la que está cayendo, el PSOE desciende de forma casi imperceptible sobre el último sondeo, pero mantiene una enorme diferencia (de 11,9 puntos) con el PP, además de mejorar sus resultados sobre las últimas elecciones hasta un diez por ciento. Esa subida sirve al PSOE para enjugar el retroceso de Unidas Podemos y de los otros partidos que apoyaron al Gobierno: Más País pierde un 0,6 por ciento, el PNV un 0,3 por ciento, algo menos del 20 por ciento, y sólo Esquerrra sube un 0,3 por ciento. En total, las fuerzas que apoyaron al gobierno retroceden alrededor de un punto total, mientras el PSOE sube 2,8 puntos sobre los resultados de noviembre.

Lo que nos dice el sondeo de Tezanos es que el liderazgo de las fuerzas que apoyan al Gobierno se reorganiza en torno al PSOE. Mientras, la derecha sigue lejos de alcanzar sus resultados de las pasadas elecciones, aunque mejora en relación con la última encuesta del CIS. Así, el PP y VOX suben en relación a septiembre, 0,8 puntos cada partido, mientras Ciudadanos cae poco menos de dos puntos. En relación con las últimas elecciones, el PP retrocede casi dos puntos, VOX dos y medio, y Cs sube justo dos. Parece complicado, pero no lo es: Tezanos nos marea con sus resultados, para decirnos al final que contra todo pronóstico el PSOE recupera posiciones en el espacio político de la izquierda, mientras la derecha retrocede y al partido de Arrimadas pierde ahora casi dos puntos, después de haber crecido en cuatro cuando dio un tardío volantazo y decidió apoyar a Sánchez. Lo de Ciudadanos parece un aviso a navegantes: si no apoya los presupuestos, habrá convocatoria de elecciones y todo lo que Arrimadas ganó tras la debacle de Rivera, lo perdería. Es una forma como otra cualquiera de alentar la continuidad del actual apoyo de Ciudadanos al Gobierno.

Pero a Tezanos se le ha escapado una parte del sondeo: obsesionado con cocinar con precisión los pronósticos electorales, no ha estado muy pendiente de la valoración de Sánchez por los ciudadanos. El presidente pierde tres décimas y se sitúa en un 4,3 por ciento sobre diez. Por debajo de la moderada Nadia Calviño, vicepresidenta económica, que sale aprobada por los pelos, o de Salvador Illa, responsable de Sanidad, con un 4,7, valoración que comparte con la ministra de Defensa Margarita Robles, y también por debajo de la de Trabajo, Yolanda Torres, que obtiene un 4,6. No es muy frecuente en las democracias europeas que los jefes del Gobierno queden por debajo de sus ministros y ministras. Parece que este país es diferente. O que Tezanos en esto no metió mano en las cifras. Porque no parece muy probable que un líder político valorado por sus ciudadanos con un cuatro con tres vaya a mejorar para su partido en 12 puntos los resultados obtenidos en noviembre. Y eso en plena pandemia. O a Tezanos se le coló algo, o este país nuestro no funciona como el resto de los de Europa.