La Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF), que a pesar de su nombre designa el Gobierno, ha propuesto limitar el descuento de los billetes aéreos a los residentes canarios. Después de un sesudo estudio han descubierto que gran parte de la subvención que estaba pagando terminaba en los bolsillos de las compañías aéreas por la vía del incremento artificial de los billetes.

Para llegar a esa brillante conclusión han tardado años. Un tiempo en el que los propios canarios han echado pestes por el precio de los vuelos entre las islas y la península. Los billetes no han hecho más que subir y subir a la misma velocidad que ha bajado la distancia entre los asientos. Billetes mas caros y viajes más incómodos. Merecería una canción de la orquesta Mondragón o una patada en las partes más innobles de los responsables de saquear el bolsillo de los canarios.

La solución que propone la AIReF es incomprensible. Es como si propusiera al Ministerio de Hacienda que como hay españoles que defraudan 250 mil millones al año al Fisco, a los demás ciudadanos se le subiera la presión fiscal. Que igual es lo que está pasando. O sea, que para penalizar a los que han estado embolsándose la pasta gansa de las subvenciones y asfixiando a los canarios, lo que van a hacer es castigar a los residentes en las islas. O sea, un pan como unas tortas.

Según la AIReF el 20% de los residentes canarios con rentas más altas se llevan el 50% de la subvención mientras el 40% con menor renta recibe el 17% de estas ayudas. Y después de llegar a esta brillante conclusión, la gente de la AIReF se quedó completamente alopécica y tuvieron que barrer del suelo de mármol de la sala de juntas la pelambrera de todos los miembros del consejo de sabios.

No puede ser más rebenque. ¿De verdad que esta gente es la que asesora al Gobierno en materia económica? Por supuesto que son las rentas más altas las que se benefician más de la subvención a los billetes. Porque da la puñetera casualidad que los que más viajan entre las islas y la Península son empresarios, ejecutivos o personal de las empresas. Para saber que la gente que no llega a fin de mes viaja bastante poco, porque está más pendiente de darle de comer a sus hijos, no hace falta hacer una disquisición aristotélica.

La cuestión que debería contestar la AIReF es cuánto se subvenciona a cada ciudadano en las líneas del AVE que hoy por hoy son absolutamente irrentables y que se mantienen por puro interés publico. Y decirnos si entre Madrid y Barcelona viajan mayoritariamente los mendigos y menesterosos o la clase más pudiente. Y calcular si los 730 millones que costó el ultimo año de subvenciones al transporte extrapeninsular (Baleares, Canarias, Ceuta y Melilla) es más caro que los cincuenta y pico mil millones de inversión de Renfe y Adif en la España peninsular.

Es que, se lo juro, las godadas me enferman cada vez más.