Yo creo que a Ángel Víctor Torres le viene bien hablar de una moción de censura (en su contra). Ya que algunos llevan algún tiempo (desde el verano pasado) haciendo pajaritas de papel con la censura, mejor referirse a ella y vampirizarla con las frases de manual: no me quita el sueño, estoy centrado en el trabajo, los problemas son demasiados y graves para perder fuerzas en esas disquisiciones, Canarias necesita sumar esfuerzos por encima de legítimas ambiciones partidistas. La moción de censura se convierte en una guarrería que solo distrae u ocupa a los más irresponsables.

Estoy entre los que piensan que no habrá moción de censura, aunque muy probablemente el pacto del actual Gobierno se romperá. Que nadie cuente con Román Rodríguez y Nueva Canarias. Cuando la situación se ponga realmente dramática -primavera del próximo año- abandonarán el Ejecutivo: no avalarán los recortes en el gasto social que se impondrán. Pero Rodríguez no apoyará a ningún otro Gobierno. Entre otras razones porque la mitad de su partido -la que acaudilla Antonio Morales, presidente del Cabildo de Gran Canaria gracias a los votos socialistas- no se lo permitirá. NC se quedará en la oposición y apoyará al Gobierno selectivamente mientras se involucra (o no) en un proyecto gradualista de convergencia de fuerzas nacionalistas para 2023. Casimiro Curbelo no obtendría nada extraordinario cambiando de bando. Su olfato le señala que el Gobierno central se mostraría más tacaño y esquinado con los nuevos gestores. Eso significa menos perras para La Gomera en un periodo en el que los únicos fondos plausibles llegarán -si llegan- de Madrid y de Bruselas. Por último, está Torres. Gracias a la reforma del Estatuto de Autonomía dispone de la facultad de convocar elecciones anticipadas. Ya mismo podría llamar a las urnas. Pero también dentro de cinco, seis, ocho meses. ¿Quién quieres que gestione esta crisis? ¿Piensas que una coalición de derechas lo hará mejor? ¿Cuál es su programa alternativo, tirarle lapiceros y gofio amasado a la fachada de los ministerios? ¿Quién es cómo tú, compatriota, amenazado por la alopecia, siempre asaltado por problemas encadenados e incapaz de evitar que se te arruguen los pantalones en cualquier acto público? ¿Eres como María Australia Navarro, Vidina Espino o José Alberto Díaz Estébanez? ¿Verdad que no? Torres no necesitará votar unos presupuestos generales para 2021. Y muy probablemente se evitará el trago de buscar apoyos para 2022. Las prórrogas se sucederán los dos próximos años, al menos.

Por lo demás, ¿qué pulsión suicida llevará a cualquiera a organizar y presentar una moción de censura para enfrentarse en el Gobierno a la gestión de una crisis diabólica sin un céntimo en el bolsillo? La frustración y la ira de los pobres y los empobrecidos serán mayores que en 2008, 2009 o 2010 y las instituciones deberán lidiar con el descrédito y el desgaste de su legitimidad. Pero parece que tanto entre las fuerzas de la mayoría parlamentaria como entre las de la oposición no terminan de asumir lo que se nos viene encima y el impacto que supondrá en los votantes, en los equilibrios de fuerza, en las estrategias y urgencias de los partidos.